Como paraíso tropical que ha sido “puesto de rodillas” por un gobierno comunista opresivo, Cuba tiene por delante un largo camino antes de que ninguna reforma económica pueda devolverle su “vieja gloria”, según un artículo publicado este lunes en Canada Free Press.
La profesora Ileana Johnson comenta un reciente y amplio reportaje aparecido en el diario The Washington Post sobre más de 100 licencias que desde abril pasado presuntamente ha otorgado el Departamento del Tesoro de EE.UU. a varias organizaciones para promover viajes de contacto “pueblo-pueblo” a la isla.
En su artículo titulado “Viaje al paraíso cubano”, Johnson dice que los estadounidenses que viajan con uno de esos operadores, Friendly Planet, deben llenar un formulario con un calendario de las actividades de “intercambio educacional” que piensan realizar interactuando con individuos en la isla.
“Esto no me suena como una visita libre a otro país, sino como una gira de adoctrinamiento controlada por el estado”, dice Johnson, quien luego precisa que la reportera del Post que viajó a Cuba, Andrea Sachs, dio el calificativo de estereotipos a algunas de las penurias con que suelen vivir los cubanos.
“La autora reconoce la multitud de automóviles de la era de Eisenhower (años 1950) en el Malecón de La Habana” y que “chillones murales, vallas con propaganda revolucionaria contra Estados Unidos, imágenes del Che Guevara están por todas partes”, escribe.
Sin embargo --apunta--, “las famosas Damas de Blanco no son mencionadas”, ni tampoco el movimiento de oposición pacífica en Cuba, y en su diario de viaje, la reportera del Post “no explica el deprimente estado de la economía (…) el adoctrinamiento en las escuelas (…) la falta de suministros médico básicos”.
El artículo además destaca que la tan promocionada reforma económica es “polvo” en los ojos de los cubanos, que el papel higiénico escasea, y que hasta se aconseja a los turistas que cuando viajen a la isla lleven el que van a necesitar.
También pone de relieve que muchas hermosas viviendas coloniales en La Habana se han derrumbado por falta de mantenimiento, y dice que si el comunismo es tan superior al capitalismo como el gobierno de la isla asegura, por qué se alienta a los turistas a que donen plumas, libretas y otras necesidades “a escuelas y centros médicos”.
Johnson afirma que “el paraíso tropical, la isla con tanto potencial, puesta de rodillas por un gobierno comunista opresivo “revolucionario”, tiene un largo camino por delante antes de que cualesquiera reformas económicas decretadas por un gobierno anémico puedan devolverle su vieja gloria”.