Leannes Imbert Acosta, directora del Observatorio Cubano de los Derechos LGBT (Derechos de las lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros) afirmó que “les ha llamado poderosamente la atención que se nos haya negado participar (en el VI Congreso Cubano de Educación, Orientación y Terapia Sexual, en el Palacio de Convenciones de La Habana) alegando que no somos especialistas en el tema de sexología, mientras se autorizó la participación de Yolanda Ferrer, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC)”.
Imbert Acosta manifestó a martinoticias.com que “hay un tema vital para nosotros, que es el respeto de los derechos humanos de las personas LGBT, y no creo que ese tema se toque, mucho menos a profundidad en este Congreso”.
Señaló que “hay muchos temas que son muy importantes para la comunidad LGBT, que no creo que se toquen en el Congreso. En el Congreso se está hablando de homosexualidad, pero probablemente desde el punto de vista clínico, no se ha invitado a personas de la verdadera comunidad LGBT para hablar de sus problemas y trazar estrategias adecuadas en ese sentido”.
Imbert Acosta se dirigía este miércoles por la mañana hacia la Asamblea Nacional del Poder Popular, en La Habana, “para entregar un documento con el fin de que se toque el tema LGBT, o por lo menos se tome en consideración si realmente se va a conversar” sobre el particular en la reunión del 28 de enero de este año.
La directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), Mariela Castro Espín, dijo en la conferencia inaugural del VI Congreso que “la educación sexual en Cuba es política de Estado” mientras Yolanda Ferrer, declaró que la educación sexual “es un asunto vital y estratégico para todo proceso social y político que se proponga construir un mundo mejor”.
Entretanto, una de las participantes en el Congreso, la experta estadounidense Lin Fraser, presidenta de la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénera (WPATH), propuso ampliar la cooperación con Cuba en salud transexual.
La agencia AFP dijo que Fraser considera que la visita de siete estadounidenses a la capital cubana puede “ser un punto de partida para ampliar esa cooperación”.