La periodista Anastasia O’Grady, del diario The Wall Street Journal, se pregunta en su columna de los lunes ¿Cómo murió realmente Oswaldo Payá?.
Las nuevas evidencias sobre el accidente automovilístico, donde falleció Oswaldo Payá y Harold Cepero señalan un encubrimiento, pues así le llaman “cuando alguien muere en un país civilizado y la policía da bofetadas a un testigo y elimina las pruebas”, pero en Cuba “se le llama "reforma". Viva Orwell”, escribió la periodista.
Para la comunicadora, especializada en temas latinoamericanos, el “ministerio de la verdad cubano" quiere que el mundo crea que los hermanos Castro abandonan el uso de la represión estatal para mantener el poder” y la visita a Cuba de Jay-Z y Beyoncé fue diseñada para ayudar con ese esfuerzo, destacando que los nuevos detalles sobre la muerte de Payá y Cepero, sugieren lo contrario.
Recuerda el testimonio de Ángel Carromero a la prensa estadounidense y sus declaraciones sobre la presencia de un Lada de color rojo que les seguía; que fueron golpedos por otro vehículo y que lo golpearon más de una vez.
Rosa María Payá, hija del fundador del Movimiento Cristiano Liberación, estuvo en la redacción del The Wall Street Journal la semana pasada y confirmó la presencia del auto en el momento del accidente y que tenía conocimiento de ello con anterioridad.
Estos detalles del accidente los conoce por declaraciones del capitán de la policía cubana Fulgencio Medina, quien fue el encargado de entrevistar a los testigos y leyó sus declaraciones en el hospital de Bayamo, donde amigos de la familia Payá alcanzaron a escucharlas.
La periodista hace un recuento de las negativas del gobierno de La Habana a la familia Payá: se les negó el acceso al informe de la policía; no permitieron una autopsia independiente, alegando que “todas las cámaras de refrigeración en todos los hospitales de la zona se había roto, por lo que la autopsia debía hacerse de inmediato; a los médicos amigos de la familia no le permitieron inspeccionar el cadáver en el hospital de Bayamo; les negaron asientos en el vuelo al oriente de Cuba y una copia de la autopsia.
Otro interrogante es la muerte de Harold Cepero, pues como dijo Rosa María Payá al periódico The New York Times , varios testigos aseguran que pedía ayuda en el hospital de Bayamo pero afirman que falleció de “muerte cerebral”.
La nota afirma que con las contradicciones existentes y las nuevas evidencias hay un pedido de ocho senadores por una investigación independiente y recuerda que Rosa María regresará a Cuba la próxima semana y “está preocupada por la seguridad de su familia, y probablemente con razón".
Las nuevas evidencias sobre el accidente automovilístico, donde falleció Oswaldo Payá y Harold Cepero señalan un encubrimiento, pues así le llaman “cuando alguien muere en un país civilizado y la policía da bofetadas a un testigo y elimina las pruebas”, pero en Cuba “se le llama "reforma". Viva Orwell”, escribió la periodista.
Para la comunicadora, especializada en temas latinoamericanos, el “ministerio de la verdad cubano" quiere que el mundo crea que los hermanos Castro abandonan el uso de la represión estatal para mantener el poder” y la visita a Cuba de Jay-Z y Beyoncé fue diseñada para ayudar con ese esfuerzo, destacando que los nuevos detalles sobre la muerte de Payá y Cepero, sugieren lo contrario.
Recuerda el testimonio de Ángel Carromero a la prensa estadounidense y sus declaraciones sobre la presencia de un Lada de color rojo que les seguía; que fueron golpedos por otro vehículo y que lo golpearon más de una vez.
Rosa María Payá, hija del fundador del Movimiento Cristiano Liberación, estuvo en la redacción del The Wall Street Journal la semana pasada y confirmó la presencia del auto en el momento del accidente y que tenía conocimiento de ello con anterioridad.
Estos detalles del accidente los conoce por declaraciones del capitán de la policía cubana Fulgencio Medina, quien fue el encargado de entrevistar a los testigos y leyó sus declaraciones en el hospital de Bayamo, donde amigos de la familia Payá alcanzaron a escucharlas.
La periodista hace un recuento de las negativas del gobierno de La Habana a la familia Payá: se les negó el acceso al informe de la policía; no permitieron una autopsia independiente, alegando que “todas las cámaras de refrigeración en todos los hospitales de la zona se había roto, por lo que la autopsia debía hacerse de inmediato; a los médicos amigos de la familia no le permitieron inspeccionar el cadáver en el hospital de Bayamo; les negaron asientos en el vuelo al oriente de Cuba y una copia de la autopsia.
Otro interrogante es la muerte de Harold Cepero, pues como dijo Rosa María Payá al periódico The New York Times , varios testigos aseguran que pedía ayuda en el hospital de Bayamo pero afirman que falleció de “muerte cerebral”.
La nota afirma que con las contradicciones existentes y las nuevas evidencias hay un pedido de ocho senadores por una investigación independiente y recuerda que Rosa María regresará a Cuba la próxima semana y “está preocupada por la seguridad de su familia, y probablemente con razón".