El voleibol cubano, que durante más de tres décadas se paseó entre los mejores del planeta, tocó fondo en los campeonatos mundiales femenino y masculino de 2014, en los que echó mano a una generación de novatos ante el éxodo de sus astros, que ahora brillan en clubes extranjeros.
Las Morenas del Caribe, tricampeonas olímpicas (1992, 1996, 2000) y mundiales (1978, 1994, 1998), perdieron cinco partidos al hilo en el Mundial femenino que actualmente se disputa en Italia, cayendo ante equipos a los que antes aplastaban, como Puerto Rico y Azerbaiyán, para firmar su peor actuación desde 1970.
El periódico estatal cubano Juventud Rebelde dijo que "las cubanitas apenas pudieron ganar un set en sus cinco presentaciones, para terminar entre las cuatro últimas del listado de 24 selecciones participantes (…) el voleibol femenino cubano roza mínimos que hace algún tiempo parecían imposibles".
Por su parte, el equipo masculino cubano, subcampeón mundial en Italia-2010, avanzó a duras penas a la segunda ronda del Mundial de Polonia en septiembre y terminó en el duodécimo puesto, tras quedar entre los sotaneros en las dos últimas ligas mundiales de voleibol (2013 y 2014).
Cuba, que cosechó cinco medallas olímpicas en voleibol (3-0-2) y ocho en campeonatos mundiales (3-3-2) entre 1976 y 2010, enfrentó los torneos este año con equipos repletos de novatos que, aunque tienen talento, están lejos del primer nivel, debido a las deserciones que desangran al deporte de la isla.
El deporte era un emblema de la revolución cubana y el voleibol era una de sus disciplinas insignia, junto con el béisbol, el boxeo y el atletismo.
Pero desde el año 2000, más de medio centenar de jugadores de voleibol han abandonado el país para fichar en clubes profesionales extranjeros, ya sea desertando en giras al exterior o yéndose de la isla, de manera legal o ilegal.
Sólo en el último lustro dejaron la selección nacional estrellas como Osmany Juantorena, Robertlandy Simón, Wilfredo León, Maikel Sánchez, Raidel Hierrezuelo, Rosir Calderón, Kenia Carcasés, Nancy Carrillo, Yanelis Santos y Daimí Ramírez. Varios de ellos triunfan en clubes profesionales extranjeros.
Los expertos creen que de haber contado con estos astros, muchos de los cuales han expresado su interés en volver a vestir la camiseta nacional, las selecciones cubanas hubiesen podido alcanzar los podios en Italia y Polonia.
Pero la Federación no los convoca para jugar por la selección, al parecer por prejuicios, a pesar de que el gobierno comunista cubano dejó de tildar a los emigrantes como "traidores".
"¿Por qué no pueden defender los colores de su país los jugadores profesionales cubanos de voleibol?", se pregunta el analista deportivo Nelson Páez, quien culpa al "tenaz empecinamiento de cabezas decisorias en no integrar a la selección nacional a numerosos jugadores de reconocida valía internacional que se desempeñan en ligas profesionales de diferentes países".
En un artículo publicado en el blog Cubanos en primer plano, Páez emplazó a los dirigentes del voleibol cubano a "explicar por qué la selección nacional no convoca, como hacen todos los países, a sus profesionales para que integren sus filas".
En un intento por frenar el éxodo, el gobierno de Raúl Castro volvió a introducir a mediados de 2013 el deporte profesional, abolido hacía medio siglo por su hermano Fidel: elevó los salarios de los deportistas, fijó estímulos por resultados y les permitió fichar por clubes extranjeros.
No obstante, hasta ahora sólo se ha hecho público el fichaje de un puñado de beisbolistas en clubes de Japón y México, mediante acuerdos validados por la Federación Cubana de Béisbol.
Las autoridades deportivas cubanas habían anunciado en julio de 2013 su disposición a discutir con voleibolistas emigrados la posibilidad de que se integraran a la selección nacional, pero esa opción sigue sin ser concretada.
"La Federación Cubana sigue regodeándose en el asunto, dicen que van a dar la posibilidad de que los cubanos se contraten en el extranjero, cosa que sería muy buena para elevar el techo del voleibol cubano", dijo Raidel Hierrezuelo, uno de los astros que ha declarado su interés en jugar con el team Cuba y quien acaba de fichar por el club turco Halkbank Ankara, en una entrevista con la revista OnCuba.
El descalabro de Cuba en los mundiales había sido pronosticado por comentaristas deportivos locales, luego de que los equipos femenino y masculino de la isla no lograron clasificarse para los Juegos Olímpicos de Londres-2012 por primera vez en casi cinco décadas.
El presidente de la Federación local, Ariel Saínz, que evitó responder a las preguntas de AFP, había anunciado hace más de un año la creación de un Consejo Científico Asesor para intentar "recuperar el espacio perdido a nivel internacional" por el voleibol cubano, sin que hasta ahora haya novedades sobre esta iniciativa.