El Tribunal Supremo de Hong Kong emitió hoy una medida cautelar para prohibir la ocupación en el barrio de Mong Kok, que desde hace 23 días está siendo ocupado por los manifestantes pro democracia.
El mandato judicial obedece a la demanda interpuesta por varios operadores de transporte público de Hong Kong, para que las calles tomadas por barricadas por parte del movimiento de ocupación volvieran a recuperar la normalidad cuanto antes.
Un abogado que representa a este grupo aseguró que las manifestaciones que están teniendo lugar en el distrito de Mong Kok, con el consiguiente bloqueo de varias carreteras y la interrupción del transporte público, han causado pérdidas a las empresas de taxis y autobuses, según publica la agencia de noticias Xinhua.
La orden del tribunal se conoce poco después que el portavoz de la Policía de Hong Kong señalara en rueda de prensa que la situación en el distrito de Mong Kok, donde cientos de manifestantes permanecen en las calles, está "al borde de un motín". "Estamos muy preocupados por la situación en Mong Kok a la que consideramos de muy alto riesgo", dijo hoy el portavoz policial Steven Hui Chun-tak.
Hui hizo un llamamiento para que los niños y estudiantes no se concentren en las zonas de las manifestaciones, al advertir que algunos menores estaban siendo utilizados como "escudos humanos" entre manifestantes y agentes de policía. Además, agregó que ese comportamiento era "extremadamente egoísta, irresponsable y totalmente inaceptable".
"Al parecer, estas personas vienen preparadas", indicó Hui, refiriéndose a "los manifestantes y los alborotadores radicales" quienes "se burlaron de nuestros oficiales a la vez que incitaban a otros a cargar contra el cordón policial con el objeto de crear caos", señaló.
Este fin de semana, cuando las protestas cumplieron tres semanas y el número de manifestantes había decrecido considerablemente, se registraron los enfrentamientos más violentos entre la Policía y los activistas en el barrio de Mong Kok que se saldó con 40 detenidos y decenas de heridos, entre ellos una veintena de policías.
La situación en Mong Kok se agravó después que en la madrugada del viernes una operación policial tratara de limpiar las calles de barricadas y reanudar el tráfico. Sin embargo, durante la medianoche del viernes, miles de personas se amotinaron en las calles, volviendo a cortar el tráfico y obligando a la policía a retirarse, en medio de enfrentamientos intermitentes.
La actuación de la policía durante las protestas ha sido criticada desde la ciudadanía en numerosas ocasiones. Un vídeo en el que se muestra a media docena de agentes dando patadas y golpes a un manifestante maniatado llevó a la Policía a suspender a los oficiales y a abrir una investigación.
Todo ello ocurre a un día de que se celebre el primer diálogo entre los estudiantes y el Gobierno, mañana, por lo que se prevé tenso y difícil.