Por segunda vez en tres años, la Corte Suprema acuerda una victoria para el presidente Barack Obama, salvando el jueves su ley insignia sobre seguro de salud, que beneficia a millones de estadounidenses.
La más alta instancia judicial del país cierra así el segundo acto de esta "saga sin fin", según la jueza de la SCJ, Elena Kagan, interpretando a favor de su creador un aspecto técnico de la ley, llamada por sus opositores republicanos "Obamacare". El veredicto fue apoyado por seis de los nueve jueces del tribunal.
Obama se congratuló por la decisión de la SCJ, considerando el veredicto como una victoria para los estadounidenses y no solamente para él.
"La de hoy es una victoria para los estadounidenses que trabajan duro en este país, cuyas vidas continuarán siendo más seguras en una economía cambiante, como consecuencia de esta ley", declaró en un discurso pronunciado en la Casa Blanca.
"Esta ley funciona y continuará funcionando", aseguró Obama, llamando a sus adversarios republicanos a cesar sus ataques contra la reforma por razones políticas.
"No debemos desarmar lo que ya es parte integrante de Estados Unidos, y mi mayor anhelo es que en lugar de reanudar las batallas entabladas reiteradamente, yo pueda trabajar con los republicanos y los demócratas para avanzar", agregó el mandatario.
Obama recordó cifras que ilustran el éxito de la reforma, aprobada en 2010 y puesta en práctica plenamente a partir de 2014: 16 millones de estadounidenses que carecían de seguro de salud ahora están cubiertos, representando un tercio del total de personas sin cobertura hace unos años.
La decisión tomada por seis jueces contra tres, destacada por el presidente de la Suprema Corte, significa que los siete millones de estadounidenses que se benefician con un seguro de salud a través del sitio web del Gobierno tienen derecho a un crédito sobre impuestos, al igual que los otros.
Los opositores a la Affordable Care Act –más conocida como "Obamacare"– argumentaban que es anticonstitucional que el Gobierno Federal subsidie el seguro.
"Es una victoria del sentido común y para todas las familias estadounidenses", declaró Nancy Pelosi, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes.
"Ya era tiempo de que los republicanos abandonaran su asalto contra el nuevo sistema de seguro de salud que el Affordable Care Act brinda a millones y millones de estadounidenses a lo largo del país", declaró.
Los republicanos reaccionaron airadamente: "Continuaremos luchando con uñas y dientes contra esta ley opresiva", declaró el senador John Cornyn, uno de los líderes del partido en la cámara alta.
Para funcionar, la ley se basa en "bolsas de intercambio", una especie de mercado virtual donde los particulares y las empresas comparan y suscriben pólizas de seguro.
Dieciséis estados del país lo pusieron en práctica, pero otros 34, en su mayoría gobernados por republicanos, se negaron, obligando al Gobierno Federal a hacerlo a través de su propio portal de internet.
Según la ley, los estadounidenses que suscriben un contrato de seguro a través de una bolsa de intercambios "establecida por el Estado" reciben una ayuda fiscal. El litigio se basa justamente en la palabra "estado", alegando que los siete millones de estadounidenses que suscribieron una póliza en el sitio web gubernamental no tienen derecho a esa ayuda.
La alta corte no compartió este criterio y estimó que "se puede razonablemente pensar que el Congreso entendió que esos créditos de impuesto debían estar disponibles en cada estado", incluidos los que cuentan con una bolsa de intercambio federal.