Un artículo del órgano oficial del Partido Comunista de Cuba cuestiona el gusto y los hábitos de consumo de algunos cubanos que han salido de la miseria.
Un artículo aparecido en el periódico Granma la emprende contra la prosperidad, un rasgo que ha empezado a medirse en los últimos años a partir de la independencia económica de muchos cubanos. El crecimiento material aparece contrapuesto ahora al bienestar de algunos nacionales, según el rasero de la prensa oficial.
Los nuevos ricos, así los llama Pedro de la Hoz cuando se refiere a quienes pueden exhibir sus ropas de marca, una mejor alimentación o disfrutar de lo que han sido sus deseos de toda una vida. Tomarse una coca cola y comerse un sándwich de jamón es un acto ostentoso para el periodista del órgano oficial, cuando en realidad es la salida más rápida que tienen muchos obreros en el mundo.
"Y como lo ético (o mejor dicho, su falta) se revela también en lo estético, a no pocos nuevorricos los vemos vestir marcas y no vestidos; consumir ruido y no música; el sandwich de pierna y la lata de Coca Cola para los hijitos por encima de la merienda escolar; el último grito del videojuego exterminador preferible a la mejor enciclopedia digital. Gnomos de las leyendas nórdicas y muñequitos de Disney adornan casas con chimeneas en el trópico. Los quince cambios de traje en los quince valiendo más que la excursión familiar con las amigas de la escuela", dice el artículo de marras.
Desde Caimanera el joven Yeri Curbelo celebra el hecho de que muchos cubanos hayan alcanzado mayor prosperidad y puedan consumir lo que quieren gracias a su propio esfuerzo.
Lamenta que Granma critique ahora a los nuevos ricos y no lo hubieran hecho en la época en que los dirigentes y sus familias eran los únicos privilegiados.
“Nunca me ha molestado, no me molesta, ni me va a molestar que mis vecinos sean cada día más prósperos, porque ellos vivieron por años en la miseria en que los sumió este régimen”, explica Yeri.
Para Yasser Pineda, de Pinar del Río, en Cuba impera un régimen feudal y considera que lo que describe Granma es una realidad, pero anteriormente se daba solo en la gente cercana a los señores feudales. Ahora que ha llegado a mucha gente desligada del poder y del oficialismo a “la familia feudal le molesta ver al pueblo prosperar”.
Granma ha tocado el tema porque es el sentir de Castro y sus Generales “esto sale a la luz no por el pueblo de Cuba sino por quienes anteriormente tenían esta posibilidad y hoy sienten inconformidad pues siempre han temido que el pueblo este a la par de ellos”.
A Rebeca Monzó no le molesta “para nada” el nivel de vida de quienes hayan alcanzado bienestar a costa de su propio esfuerzo y talento, como es el caso de su vecino el cantautor Pablo Milanés.
El hijo de Fidel Castro, Antonio Castro.
Sin embargo, le ha molestado mucho “quienes a costilla de todos nosotros tienen un mejor nivel de vida como el de los hijos de los dirigentes”.
Pedro de la Hoz criticó que los hijos de estos nuevos ricos llevaran pan con jamón y refresco enlatado a la escuela en lugar de consumir la merienda escolar.
Para Monzó es un asunto lógico dado que la merienda escolar es de muy mala calidad y muy poca, de manera que los niños llegan a casa con mucha hambre.
“Antes nada más los que llevaban las buenas meriendas y los refrescos de laticas eran los hijos de los dirigentes. Ahora cualquier hijo de cualquier ciudadano que tenga un negocio, un restaurant o una galería de arte puede darse ese lujo y no lo critico porque sale de su trabajo y de su esfuerzo”, opinó Rebeca.
El diario oficial ataca a quienes pudieron zafar amarras en la miseria, sin haber hecho mención jamás a aquellos que gozaron las sombras del poder y eran los únicos que podían exhibir lo mismo que le prohibían a la gente común.
El tema ha sido ampliamente comentado en las redes sociales. A continuación publicamos algunos apuntes de nuestros lectores:
@martinoticias La familia Castro y altos militares: casas ostentosas, carros lujosos, servidumbre y actitud déspota en sociedad #NuevosRicos
