Cinco ancianos fallecieron y decenas permanecen hospitalizados tras contaminarse con el virus del cólera los alimentos de un comedor para personas de la tercera edad, en el barrio Jesús María, de La Habana Vieja.
Aparentemente el caso, que ha puesto en alerta epidemiológica esta zona de la capital, se originó con una empleada del lugar que asistió a su trabajo enferma el miércoles 17 de septiembre, dijo el periodista independiente Mario Echeverría en el programa “Cuba al día”, de Radio Martí, desde su hogar en la capital.
Al comedor, administrado por el Gobierno, asisten diariamente más de 80 personas, en su mayoría ancianos jubilados que buscan aliviar la economía familiar con los almuerzos que sirven en el lugar, informó en el portalCubanet el pastor y periodista independiente Mario Alberto Morejón.
Echeverría comentó que las personas afectadas han sido ingresadas en el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” y el Hospital Calixto García. Los centros policlínicos de la zona disponen de los equipos y personal médico para enfrentar los casos de cólera.
Las autoridades son incapaces de proveer camiones recogedores de basura y un apropiado servicio de acueducto,
El Ministerio de Salud, como es costumbre, no ha ofrecido detalles a la población sobre este caso. Se ha concentrado en intensificar las visitas a los hogares de La Habana Vieja para prestar atención médica lo antes posible a personas con los síntomas.
Funcionarios de Salud piden el mantenimiento de una estricta higiene a los trabajadores encargados de la elaboración de alimentos en centros de trabajo y de estudio.
El periodista independiente criticó el deterioro higiénico-sanitario que se vive en la capital, una situación en la que todos llevan culpa. Las autoridades son incapaces de proveer camiones recogedores de basura y un apropiado servicio de acueducto, entre otras deficiencias, y los ciudadanos vierten basura en cualquier esquina y roban los contenedores de basura.
“La ciudad está asustada, porque si no es cólera, es dengue. La población está tomando conciencia y está muy preocupada, porque el agua ya llega al cuello, y uno se pregunta: ‘¿Qué otra cosa aparecerá?’.”