Con el paso de los días, y sin solución a la vista para la crisis migratoria, son muchos los cubanos estancados en Costa Rica dispuestos a ponerse en manos de los traficantes de personas para cruzar la frontera con Nicaragua, y seguir camino a Estados Unidos.
El diario costarricense La Nación publicó este viernes un amplio reportaje con testimonios de migrantes cubanos que sucumbieron a los coyotes con tal de evadir el bloqueo nica y poder continuar su travesía.
Uno de los entrevistados, identificado como Osmani, refirió que ha sido testigo de cómo varios de sus compatriotas han caído en manos de los traficantes de personas. Desesperados por no encontrar otra salida a su caso, están dispuestos a correr los riesgos y a pagar un alto costo, que puede oscilar entre $450 y $1.200.
"Algunos logran llegar a Honduras, pero la mayoría no. Todo el mundo aquí sabe lo que está pasando con los cubanos. Los coyotes los están estafando. Uno los ve que salen del albergue y a los días u horas regresan sin dinero; a otros les roban todas sus pertenencias", dijo Osmani a La Nación.
Las historias que cuentan los cubanos entrevistados por el diario tico revelan la oscura madeja del coyotaje en la región.
Milady García cuenta que intentó a cruzar a Nicaragua junto a su esposo y otras 40 personas. Cada uno pagó al coyote unos $450. El traficante les prometió sacarlos "por el monte", pero tras varias horas de camino quedaron
abandonados en medio de la nada.
"Todo fue una mentira, una estafa. Estuvimos caminando cuatro días hasta que nos encontró un campesino y nos cogió el Ejército (de Nicaragua) y nos devolvió para acá", dijo García.
Una pareja de jóvenes refiere haber corrido la misma suerte. Pagaron $800 a un coyote que se identificó como "Juan" y terminaron igual, perdidos durante tres días en un sitio desconocido, sin agua ni comida, ni otra opción que regresar sobre sus pasos al albergue, donde la mayoría de los migrantes espera una solución diplomática a la crisis humanitaria.
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Muchos coinciden en que Nicaragua es el obstáculo para lograr su meta. A pesar de que el Ejército nicaragüense devuelve casi todos los días a cubanos que intentan cruzar ilegalmente su frontera, las noticias de los que logran su propósito de continuar camino a Estados Unidos envalentonan a los indecisos.
En un reportaje anterior de La Nación publicado esta semana, una migrante relata cómo llegó con su pareja y un grupo de 125 cubanos a Honduras, luego de caminar durante días por el monte, y de desembolsar $1.200 a un coyote.
Según el diario tico, la Fuerza Pública costarricense ha instalado oficiales fuera de los albergues de la Comisión Nacional de Emergencias para, entre otras cosas, evitar que los coyotes lleguen al lugar y hagan negocio, pero la medida no parece impedir el tráfico de personas en la frontera norte del país.
A 40 días de que Nicaragua cerrara el paso a los cubanos, y de que el número de migrantes en los albergues y los alrededores del cruce fronterizo ascendiera a casi 8.000, las esperanzas están puestas en el próximo intento diplomático por solucionar la crisis, una segunda reunión técnica de SICA a celebrarse en Guatemala el lunes, 28 de diciembre.
