Cerca del mar Caribe, con música en vivo, mesas comunales y una carta informal. Así se imagina el laureado chef mexicano Enrique Olvera el restaurante que lleva meses planeando hacer en La Habana junto al español Andoni Luis Aduriz y la reciente incorporación del italiano Massimo Bottura.
Estos cocineros, considerados entre los mejores del mundo, empezaron a conversar formalmente con las autoridades cubanas y lograron cuadrar agendas para buscar en diciembre un local en la capital cubana.
"Es una locura, un sueño, un ideal. Todo excepto una broma", aseguró este martes Olvera en un encuentro con medios internacionales para presentar la 'Mesa Redonda' que organizará con invitados de alto nivel en septiembre con motivo de la gala de premiación de los 50 mejores restaurantes latinoamericanos, que después de dos años en Perú se celebrará este 2015 en México.
La idea de abrir un restaurante en Cuba, aprovechando la apertura a la iniciativa privada fomentada por Raúl Castro y en sintonía con la nueva ola de elegantes paladares en la capital, empezó a cuajar en noviembre de 2014 en Oaxaca (sur) en una conversación medio en broma entre Olvera (Pujol) y Aduriz (Mugaritz).
Pocos los tomaban en serio, pero el considerado mejor chef de México asegura que el proyecto "se va a materializar" y que agarró una nueva volada con la reciente incorporación de Bottura, cuya Osteria Francescana es considerado el segundo mejor restaurante del mundo.
Queremos que sea un local "casual, divertido, para pasarla bien", adelanta Olvera, que ha mantenido conversaciones con la embajada cubana en México, donde asegura que han recibido el proyecto "como algo positivo" y les están "apoyando" para aterrizar el negocio.
"No será un lugar de 'fine dining', no será un lugar caro. Queremos que haya música en vivo, queremos que esté divertido, mesas comunales, no va a ser nada de manteles", piensa en voz alta el mexicano.
Conscientes de las trabas con las que se puedan encontrar para abrir el negocio, los tres chefs irán en diciembre a La Habana para "ver locales y entender un poquito mejor cómo funciona el mercado". "Lo que queremos es poder entrar en esta apertura", manifiesta Olvera.
"Lo único que queremos es que esté en la playa. La dirección tiene que ser calle quien sabe qué y mar Caribe", bromea sugiriendo entre carcajadas que el menú será una combinación de pasta, pinchos y tacos.
Sobre los tiempos en que pueda concretarse este sueño, Olvera confiesa: "No tenemos 'deadline'. Es un proyecto que queremos hacer orgánico y natural, que suceda cuando tiene que suceder".