El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, confirmó la tarde del martes que el jefe de Estado de Venezuela, Hugo Chávez, no podrá estar en el acto de asunción del próximo día 10 y afirmó que el gobernante asumirá, de acuerdo con el artículo 231 de la Constitución, posteriormente ante el Tribunal Supremo, según reportan Efe y AP.
Cabello indicó que el vicepresidente Nicolás Maduro envió el martes al congreso una misiva en la que señala que Chávez pidió informar a ese cuerpo que por recomendaciones del equipo médico, su proceso de recuperación "deberá extenderse más allá del día 10 de enero del año en curso", y que por ese motivo "no podrá comparecer" ante la Asamblea Nacional para el acto de juramentación.
El líder de la oposición venezolana Henrique Capriles había exhortado horas antes al Tribunal Supremo de Justicia para que se pronuncie sobre si la toma de poder se puede posponer, o no.
Capriles, gobernador del estado central de Miranda y ex candidato presidencial opositor, pidió que el pronunciamiento se haga antes del diez de enero.
Él cree que la Constitución es clara al decir que el actual período presidencial culmina el jueves diez.
El líder opositor pidió además este martes a los jefes de Estado de Brasil, Argentina, Colombia, Ecuador y Bolivia, que no se presten a "un juego de un partido político", en referencia a la decisión del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de que el actual gobierno siga en funciones después del 10 de enero.
La presidenta argentina, Cristina Kirchner, debe viajar el jueves a La Habana, mientras que los presidente de Uruguay José Mujica y de Bolivia Evo Morales confirmaron que ese día participarán en un acto frente al Palacio de Miraflores de apoyo a Chavez y a su gobierno.
Otras figuras de la oposición han argumentado que el juramento y la toma de poder legalmente no se pueden aplazar y que el presidente de la Asamblea Nacional debe asumir como presidente interino, si Chávez, tal como acaba de anunciarse, no estará el día 10 en el país, y convocar a nuevas elecciones presidenciales.
Aunque dirigentes de ambos bandos han descartado la posibilidad de conflictos violentos el 10 de enero, juristas sostienen que de imponerse la tesis oficialista de que la toma de posesión de Chávez puede realizarse en cualquier momento y lugar, se estaría violando la constitución y que habría una "usurpación de funciones" por parte del vicepresidente Nicolás Maduro.
"El Tribunal tiene que fijar una posición respecto a lo que dice el texto constitucional", dijo Capriles en rueda de prensa al advertir que de no aclarar el máximo tribunal las dudas que hay sobre el tema se podría entrar en una 'anarquía'.
"No le conviene a nadie un conflicto en el país", indicó el gobernador al reconocer que en las elecciones del pasado 7 de octubre la mayoría del país reeligió a Chávez y no al vicepresidente. "Si Maduro quiere ser presidente no es por vía de gracia", acotó.
El gobernador cuestionó el manejo informativo que ha dado el gobierno a la enfermedad de Chávez, y dijo que no comprendía como a horas de la toma de posesión no le informan al país cual es la situación real. "Yo no sé porque les cuesta tanto hablar con la verdad. Por más dura que pueda ser la verdad siempre hay que poner la verdad adelante. Con la mentira no se llega a ningún lado", indicó.
Capriles descartó que como dirigente opositor vaya a llamar a gente a la calle el 10 de enero para contrarrestar la convocatoria a concentraciones callejeras que realizó el oficialismo, y dijo que la oposición está "agotando todas las instancias para que en el país prive la institucionalidad".
"Aquí (en la oposición) también hay mucho pueblo. Lo que yo no voy hacer es poner a pelear pueblo contra pueblo. No cuenten con nosotros", precisó.
Al ser preguntado sobre qué hará el 11 de enero en el supuesto de que Maduro anuncie que seguirá como vicepresidente y el Tribunal Supremo de Justicia avale esa situación, Capriles solo expresó que "aquí habrá una respuesta".
El dirigente aprovechó para hacer un llamado a las fuerzas armadas y dijo que ellos tienen "un rol que cumplir aquí de respetar a la soberanía de respetar la constitución".
Capriles dijo que entre los oficialistas hay "una lucha por quedarse con el coroto (el poder)", y exhortó a los mandatarios y primeros ministros que esperan visitar al país el 10 de enero a que no se presten al "juego político de un partido político (el oficialismo)" que aseguró que está haciendo una "interpretación sesgada" de la Constitución.
El bloque opositor difundió el martes una carta que envió en la víspera al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, en la que le planteó la situación política que enfrenta el país por las complicaciones de salud de Chávez, y le expresó que si el 10 de enero no se produce la juramentación del mandatario electo y no se activan las disposiciones constitucionales relacionadas con la falta temporal del gobernante "se habrá consumado una grave violación del orden constitucional en Venezuela que afectará la esencia de la democracia".
Cabello indicó que el vicepresidente Nicolás Maduro envió el martes al congreso una misiva en la que señala que Chávez pidió informar a ese cuerpo que por recomendaciones del equipo médico, su proceso de recuperación "deberá extenderse más allá del día 10 de enero del año en curso", y que por ese motivo "no podrá comparecer" ante la Asamblea Nacional para el acto de juramentación.
El líder de la oposición venezolana Henrique Capriles había exhortado horas antes al Tribunal Supremo de Justicia para que se pronuncie sobre si la toma de poder se puede posponer, o no.
Capriles, gobernador del estado central de Miranda y ex candidato presidencial opositor, pidió que el pronunciamiento se haga antes del diez de enero.
Él cree que la Constitución es clara al decir que el actual período presidencial culmina el jueves diez.
El líder opositor pidió además este martes a los jefes de Estado de Brasil, Argentina, Colombia, Ecuador y Bolivia, que no se presten a "un juego de un partido político", en referencia a la decisión del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de que el actual gobierno siga en funciones después del 10 de enero.
La presidenta argentina, Cristina Kirchner, debe viajar el jueves a La Habana, mientras que los presidente de Uruguay José Mujica y de Bolivia Evo Morales confirmaron que ese día participarán en un acto frente al Palacio de Miraflores de apoyo a Chavez y a su gobierno.
Otras figuras de la oposición han argumentado que el juramento y la toma de poder legalmente no se pueden aplazar y que el presidente de la Asamblea Nacional debe asumir como presidente interino, si Chávez, tal como acaba de anunciarse, no estará el día 10 en el país, y convocar a nuevas elecciones presidenciales.
Aunque dirigentes de ambos bandos han descartado la posibilidad de conflictos violentos el 10 de enero, juristas sostienen que de imponerse la tesis oficialista de que la toma de posesión de Chávez puede realizarse en cualquier momento y lugar, se estaría violando la constitución y que habría una "usurpación de funciones" por parte del vicepresidente Nicolás Maduro.
"El Tribunal tiene que fijar una posición respecto a lo que dice el texto constitucional", dijo Capriles en rueda de prensa al advertir que de no aclarar el máximo tribunal las dudas que hay sobre el tema se podría entrar en una 'anarquía'.
"No le conviene a nadie un conflicto en el país", indicó el gobernador al reconocer que en las elecciones del pasado 7 de octubre la mayoría del país reeligió a Chávez y no al vicepresidente. "Si Maduro quiere ser presidente no es por vía de gracia", acotó.
El gobernador cuestionó el manejo informativo que ha dado el gobierno a la enfermedad de Chávez, y dijo que no comprendía como a horas de la toma de posesión no le informan al país cual es la situación real. "Yo no sé porque les cuesta tanto hablar con la verdad. Por más dura que pueda ser la verdad siempre hay que poner la verdad adelante. Con la mentira no se llega a ningún lado", indicó.
Capriles descartó que como dirigente opositor vaya a llamar a gente a la calle el 10 de enero para contrarrestar la convocatoria a concentraciones callejeras que realizó el oficialismo, y dijo que la oposición está "agotando todas las instancias para que en el país prive la institucionalidad".
"Aquí (en la oposición) también hay mucho pueblo. Lo que yo no voy hacer es poner a pelear pueblo contra pueblo. No cuenten con nosotros", precisó.
Al ser preguntado sobre qué hará el 11 de enero en el supuesto de que Maduro anuncie que seguirá como vicepresidente y el Tribunal Supremo de Justicia avale esa situación, Capriles solo expresó que "aquí habrá una respuesta".
El dirigente aprovechó para hacer un llamado a las fuerzas armadas y dijo que ellos tienen "un rol que cumplir aquí de respetar a la soberanía de respetar la constitución".
Capriles dijo que entre los oficialistas hay "una lucha por quedarse con el coroto (el poder)", y exhortó a los mandatarios y primeros ministros que esperan visitar al país el 10 de enero a que no se presten al "juego político de un partido político (el oficialismo)" que aseguró que está haciendo una "interpretación sesgada" de la Constitución.
El bloque opositor difundió el martes una carta que envió en la víspera al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, en la que le planteó la situación política que enfrenta el país por las complicaciones de salud de Chávez, y le expresó que si el 10 de enero no se produce la juramentación del mandatario electo y no se activan las disposiciones constitucionales relacionadas con la falta temporal del gobernante "se habrá consumado una grave violación del orden constitucional en Venezuela que afectará la esencia de la democracia".