Hay quien dice que el boxeo es un acto de agresividad entre hombres que se pegan para conseguir que el contrario caiga a la lona.
Otros lo ven como un deporte lleno de nobleza porque el púgil se esfuerza dentro y fuera del ring, tanto en alimentación y preparación física como en el respeto a su rival.
No todos los boxeadores terminan mal de la cabeza, víctimas de los golpes soportados durante largas carreras.
Sin embargo, la historia ha demostrado que el carácter del pugilista va cambiando de manera progresiva, haciéndose con el tiempo más irritable e inestable por tanto guanteo.
Recientemente vimos a una de las glorias más jóvenes del boxeo profesional cubano en problemas con la justicia en Miami.
Yuriorkis Gamboa, campeón de la Asociación Mundial y de la Federación Internacional de Boxeo, fue detenido por presuntamente ocasionar un acto de violencia doméstica en su residencia de Miami.
La denuncia señala que el guantanamero agredió a su esposa durante una desavenencia matrimonial. La agarró del brazo y luego por el cuello y por debajo de su brazo izquierdo.
Asimismo, el informe policial indica que la señora mostraba varios arañazos en su brazo derecho.
Un hecho airado de corte violento, penalizado por el Código de Justicia norteamericano.
Fue liberado luego de pagar $1,500 de fianza, y según se informó, ahora enfrenta cargos por supuestos maltratos físicos.
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En octubre de 1999, el campeón olímpico cubano de boxeo Teofilo Stevenson, al término de una visita a Miami, fue arrestado en el aeropuerto de esta ciudad y acusado de golpear con la cabeza a un empleado de la aerolínea United, que trató de impedirle pasar por un retén para abordar un vuelo rumbo a Cuba.
Stevenson hizo resistencia al arresto violentamente, y tuvo que pagar una fianza de $12, 500 para regresar a la isla en un vuelo posterior.
En 1988, en Cuba, ocurrió un hecho de violencia fuera del cuadrilátero que cobró la vida del pinareño Angel Milían, único nacional pesado capaz de ganarle a Stevenson, y para algunos especialistas subvaluado.
El fornido Milían, oriundo de Taco Taco, murió en una fiesta cercervera en la localidad de Bejucal, víctima de las puñaladas que le propinó un morador menudo y de baja estatura con quien el púgil antes había discutido exasperadamente, y agredido, ostentando el conocimiento del deporte y su semblanza de gigante.
Si bien es cierto que muchos boxeadores se han visto implicados en casos como los anteriores, hay otros que fuera del ring dan muestra de ecuanimidad y flema inglesa ante cualquier ofensa o acto de provocación, conscientes de que con solo tirar un golpe pueden neutralizar al ofensor.
La agresividad es parte de cada persona, y se manifiesta según su cultura familiar, el ambiente que los rodea, sus traumas, sus complejos, su genética, y extracción social.