La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) documentó el pasado enero 1.414 detenciones por motivos políticos, en su mayoría de hasta 72 horas.
El informe de la entidad independiente muestra que se trata de la segunda cifra más alta registrada en un mes al menos desde enero de 2010, sólo superada por las 1.447 detenciones ocurridas en noviembre de 2015.
Precisa que todas son orquestadas por la policía de la Seguridad del Estado, otros cuerpos represivos y elementos parapoliciales.
El reporte acota que el Gobierno cubano está recurriendo de manera creciente, además de a las detenciones breves, a detenciones prolongadas y a internamientos provisionales sin juicio (que suelen extenderse por meses).
Estos procedimientos, afirma, están encaminados a desgastar a los opositores y crear dificultades en el seno de sus familias, como una especie de daño colateral deliberado, debido a las grandes dificultades para visitar a los presos y suministrarles alimentos y otros medios indispensables.
Las represalias contra los opositores políticos se manifestaron también en el periodo bajo la forma de agresiones físicas (53 casos),
"actos de repudio" (3), hostigamiento (68) y actos vandálicos (2), ya fuera en relación con los arrestos o de manera independiente.
Al margen de encarcelamientos de críticos al régimen, la CCDHRN señala que el número global de presos aumenta de manera imparable.
La CCDHRN afirma que en el enorme sistema carcelario cubano siguen prevaleciendo condiciones infrahumanas y degradantes de internamiento, al tiempo que el Gobierno sigue negándose a aceptar la cooperación de la Cruz Roja Internacional y otras ONG internacionales.
El Gobierno no establece diferencias de género a la hora de reprimir y continúa criminalizando el ejercicio de todos los derechos civiles y políticos, incluidos aquellos que consagran las libertades de expresión, reunión y manifestación pacíficas, así como la libertad de movimiento dentro del país, sostiene en su informe la CCDHRN.