El Gobierno de EE.UU. defendió hoy la política de embargo comercial y económico a Cuba como una "importante" herramienta para espolear el cambio en la isla, en respuesta al debate causado por unas declaraciones del ex gobernador de Florida Charlie Crist y una encuesta sobre este asunto.
"Creemos que el embargo proporciona un importante recurso para espolear más cambios positivos en la isla, así que vemos su continua aplicación como supeditada al ritmo y la naturaleza de esos cambios", dijo a Efe una portavoz del Departamento de Estado, que pidió el anonimato.
"El embargo representa un sólo aspecto de la política de EE.UU. hacia Cuba, cuyo objetivo general es alentar un entorno más abierto en Cuba y un mayor respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales", agregó.
La portavoz reaccionó así a los recientes comentarios de Crist, que esta semana pidió el fin del embargo de EE.UU. contra Cuba, y a una encuesta a nivel nacional publicada el martes por el Atlantic Council, según la cual un 56% de los estadounidenses apoya la normalización de las relaciones de su país con la isla.
El hecho de que el Gobierno de EE.UU. considere necesario mantener el embargo "no significa que su política hacia Cuba sea estática", subrayó la vocera.
"La Administración (del presidente estadounidense, Barack Obama) ha dado pasos para mejorar las condiciones de los ciudadanos cubanos a través de un aumento del flujo de información, recursos y asistencia humanitaria a Cuba", indicó.
Los cambios de regulación emprendidos en 2009, Estados Unidos "expandió el rango de donaciones humanitarias que pueden exportarse a través de licencias concedidas de manera excepcional", lo que convierte al país en "el mayor proveedor de ayuda humanitaria al pueblo cubano", afirmó.
Estados Unidos calcula que las exportaciones de EE.UU. a Cuba en 2013 rondaron los 370 millones de dólares en productos agrícolas y ganaderos -pollo, cerdo, semillas de soja, maíz o trigo-, medicinas y equipo médico, entre otros productos.
El Congreso estadounidense es el que tiene la facultad de derogar el embargo, reforzado en 1996 con la conocida como Ley Helms-Burton, pero el Gobierno de Obama mantiene que su apoyo a la eliminación de esa medida estará condicionado a que el Ejecutivo cubano acometa "cambios" que, a su juicio, todavía no se han dado.
"Creemos que el embargo proporciona un importante recurso para espolear más cambios positivos en la isla, así que vemos su continua aplicación como supeditada al ritmo y la naturaleza de esos cambios", dijo a Efe una portavoz del Departamento de Estado, que pidió el anonimato.
"El embargo representa un sólo aspecto de la política de EE.UU. hacia Cuba, cuyo objetivo general es alentar un entorno más abierto en Cuba y un mayor respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales", agregó.
La portavoz reaccionó así a los recientes comentarios de Crist, que esta semana pidió el fin del embargo de EE.UU. contra Cuba, y a una encuesta a nivel nacional publicada el martes por el Atlantic Council, según la cual un 56% de los estadounidenses apoya la normalización de las relaciones de su país con la isla.
El hecho de que el Gobierno de EE.UU. considere necesario mantener el embargo "no significa que su política hacia Cuba sea estática", subrayó la vocera.
"La Administración (del presidente estadounidense, Barack Obama) ha dado pasos para mejorar las condiciones de los ciudadanos cubanos a través de un aumento del flujo de información, recursos y asistencia humanitaria a Cuba", indicó.
Los cambios de regulación emprendidos en 2009, Estados Unidos "expandió el rango de donaciones humanitarias que pueden exportarse a través de licencias concedidas de manera excepcional", lo que convierte al país en "el mayor proveedor de ayuda humanitaria al pueblo cubano", afirmó.
Estados Unidos calcula que las exportaciones de EE.UU. a Cuba en 2013 rondaron los 370 millones de dólares en productos agrícolas y ganaderos -pollo, cerdo, semillas de soja, maíz o trigo-, medicinas y equipo médico, entre otros productos.
El Congreso estadounidense es el que tiene la facultad de derogar el embargo, reforzado en 1996 con la conocida como Ley Helms-Burton, pero el Gobierno de Obama mantiene que su apoyo a la eliminación de esa medida estará condicionado a que el Ejecutivo cubano acometa "cambios" que, a su juicio, todavía no se han dado.