“Nadie tiene derecho a convertir los templos en trincheras políticas”, declaró el portavoz del Arzobispado de La Habana, Orlando Márquez Hidalgo en nota de prensa oficial publicada el 14 de marzo, a propósito de la ocupación de varios templos de la Isla por parte de opositores al régimen castrista.
La nota abunda que “nadie tienen derecho a perturbar el espíritu celebrativo de los fieles cubanos, y de muchos otros ciudadanos, que aguardan con júbilo y esperanza la visita del Santo Padre Benedicto XVI a Cuba.”
Las autoridades eclesiásticas calificaron la ocupación de la Basílica Menor de Nuestra Señora de La Caridad por trece disdentes, como un “acto ilegítimo e irresponsable”, porque perturba la paz de los feligreses en oración y desconoce la potestad del sacerdote.
La misiva asegura además que situaciones similares fueron reportadas al amanecer del día de hoy miércoles en diferentes iglesias a lo largo de la isla, “pero los ocupantes ya habían abandonado los templos.”
“Hemos recibido comunicación de que otros grupos y personas disidentes fueron convocados a ocupar templos en otras diócesis –indicó Márquez Hidalgo en el documento - pero se negaron a hacerlo por considerarlo una actitud irrespetuosa hacia la Iglesia.”
La nota, que describe brevemente los acontecimientos en las últimas 24 horas, apunta que “durante todo este tiempo, las autoridades eclesiásticas mantuvieron una comunicación frecuente con las autoridades del gobierno, quienes se comprometieron a no actuar en modo alguno.”
Los miembros del Partido Republicano de Cuba, presidido por Vladimir Calderón Frías, demandan la libertad sin condiciones de los presos políticos, el cese de la represión a opositores al régimen, y el aumento de los salarios y las pensiones a retirados, acorde con el costo de la vida actual, entre otras exigencias.
Por otra parte, la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, encabezada por la opositora Marta Beatriz Roque Cabello, ha emitido una declaración en que manifiestan su desacuerdo con utilizar los templos para fines que no sean los religiosos.
La nota abunda que “nadie tienen derecho a perturbar el espíritu celebrativo de los fieles cubanos, y de muchos otros ciudadanos, que aguardan con júbilo y esperanza la visita del Santo Padre Benedicto XVI a Cuba.”
Las autoridades eclesiásticas calificaron la ocupación de la Basílica Menor de Nuestra Señora de La Caridad por trece disdentes, como un “acto ilegítimo e irresponsable”, porque perturba la paz de los feligreses en oración y desconoce la potestad del sacerdote.
La misiva asegura además que situaciones similares fueron reportadas al amanecer del día de hoy miércoles en diferentes iglesias a lo largo de la isla, “pero los ocupantes ya habían abandonado los templos.”
“Hemos recibido comunicación de que otros grupos y personas disidentes fueron convocados a ocupar templos en otras diócesis –indicó Márquez Hidalgo en el documento - pero se negaron a hacerlo por considerarlo una actitud irrespetuosa hacia la Iglesia.”
La nota, que describe brevemente los acontecimientos en las últimas 24 horas, apunta que “durante todo este tiempo, las autoridades eclesiásticas mantuvieron una comunicación frecuente con las autoridades del gobierno, quienes se comprometieron a no actuar en modo alguno.”
Los miembros del Partido Republicano de Cuba, presidido por Vladimir Calderón Frías, demandan la libertad sin condiciones de los presos políticos, el cese de la represión a opositores al régimen, y el aumento de los salarios y las pensiones a retirados, acorde con el costo de la vida actual, entre otras exigencias.
Por otra parte, la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, encabezada por la opositora Marta Beatriz Roque Cabello, ha emitido una declaración en que manifiestan su desacuerdo con utilizar los templos para fines que no sean los religiosos.
