El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, se encontraría probablemente en uno de los mayores escollos de su vida. Su jefe de Seguridad, Leamsy Salazar, llegó el lunes a Washington como testigo protegido de la la Administración para el Control de Drogas (DEA) y está sosteniendo con firmeza que su superior es el "capo del cartel de los Soles", según una publicación del diario ABC de España.
"Cártel de los Soles", es una supuesta organización de militares dedicada al narcotráfico y bautizada así por las insignias que los oficiales venezolanos cargan sobre sus hombros. El ex ministro de Defensa Henry Rangel Silva y Cliver Alcalá, general que fuera jefe de la Cuarta División Blindada del Ejército, habían sido mencionados como presuntos coordinadores de esta red.
Cubanos en el narco
"De acuerdo con fuentes cercanas a la investigación abierta por la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York, Salazar denuncia que el presidente de la Asamblea Nacional es el cabecilla del cártel de los Soles y por tanto operador del narcoestado en que Chávez convirtió Venezuela. Salazar también vincula a Cuba en la protección y asistencia de algunas rutas de narcotráfico que parten de Venezuela y se dirigen a Estados Unidos", indica ABC.
La implicación de Cuba está relacionada al uso regular de aviones de PDVSA para transportar droga en vuelos preparados por el hijo de Chávez y el hijo de quien fue embajador de Cuba en Caracas hasta 2009, Germán Sánchez Otero, con el visto bueno de este y de otros funcionarios cubanos. Los envíos habrían tenido como destino final Estados Unidos.
Las fuentes relacionadas con la investigación indicaron que Sánchez Otero, de gran apego a Chávez, fue removido del puesto de embajador en Caracas a raíz de que se descubriera un alijo en uno de esos vuelos, algo incómodo para el régimen castrista. El hijo del embajador, que en ocasión viajaba solo, fue detenido, mientras que el de Chávez se sometió a rehabilitación contra la adicción, asegura el diario.
En un fotoreportaje de Noticias 24, se puede ver a Germán Sánchez Otero –que cumplió 15 años de servicio diplomático en ese país– disfrutando de un paseo en yate por la costa Caribe de Venezuela. En aquella ocasión, el informativo citaba una columna del analista político Pedro Lastra: "Toda esa película de terror me ha pasado por la memoria al ver las fotos del jerarca cubano Sánchez Otero, embajador y sátrapa plenipotenciario en Caracas, disfrutando del Caribe venezolano por los predios oceánicos de Tarek William Saab", señalaba Lastra.
El periodista y escritor venezolano Casto Ocando en entrevista con Martí Noticias, aseguró que la implicación cubana en acciones de narcotráfico es algo casi natural: "no hay una sola agencia en Venezuela, sea de las Fuerzas Armadas, planificación estratégica o de inteligencia en la cual no hay cubanos metidos allí".
"Sánchez Otero actuaba como un zar", aseguró Ocando quien recordó que en una época se le conocía como "el Virrey", el representante plenipotenciario de La Habana en Caracas. Su hijo, también disfrutaba de las prebendas de ser el hijo del embajador y, obviamente, también estuvo implicado en varios escándalos", concluyó el periodista.
Salazar, un gran golpe al chavismo
La facilidad con que toneladas de cocaína son movidas a través de los puertos y aeropuertos de Venezuela ha llevado a numerosos expertos a asegurar que los traficantes tienen el amparo de las fuerzas castrenses venezolanas. Pero el Gobierno chavista niega que sus fuerzas militares, como institución, hayan sido seducidas por los cárteles.
Leamsy Salazar sería el militar en activo de mayor rango de las fuerzas venezolanas que rompe con el chavismo para hacer acusaciones formales de narcotráfico. Desde el 2006 estuvo en la guardia personal de Hugo Chávez en el Palacio de Miraflores hasta que el presidente venezolano falleció.
"En 2013, en lugar de pasar a servicio del nuevo presidente del país, Nicolás Maduro, Salazar marchó con Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, a requerimiento de este", asegura el diario español.
Se le identifica como asistente permanente de Cabello y habría sido testigo de situaciones y conversaciones que incriminan al presidente de la Asamblea Nacional. En concreto, le vio dar órdenes directas para la partida de lanchas cargadas con toneladas de cocaína y ha aportado evidencias sobre lugares donde se almacenan montañas de dólares en efectivo procedentes de ese negocio ilícito, según las fuentes conocedoras de la investigación, llevada a cabo por la Administración para el Control de Drogas (DEA, siglas en inglés) de Estados Unidos.
Salazar asegura que José David Cabello, hermano del Presidente de la Asamblea Nacional y Ministro de Industria de Venezuela, sería el responsable de las finanzas del cártel de los Soles y de que la petrolera nacional, PDVSA, serviría para lavar dinero de la operación de narcotráfico.
"Si se produce el testimonio ante un gran jurado estamos frente a uno de los más importantes testimonios que afecta decisivamente al gobierno de Venezuela. Me parece, que probablemente sea uno de los eventos más graves que muestra esa cara oscura que muchos habíamos sospechado, pero cuyas pruebas están próximas a sustanciarse en un tribunal federal de los Estados Unidos", indicó Ocando, autor del libro Chavistas en el Imperio: secretos, tácticas y escándalos.
Los soles del chavismo
ABC asegura que el Cártel de los Soles carga con la acusación de transportar por Venezuela unas cinco toneladas semanales de cocaína. El 90% de la droga producida por Colombia pasa por territorio venezolano.
Una investigación de la agencia Reuters, publicada en diciembre del 2014 asegura que nueve funcionarios venezolanos de alto rango figuran en la lista de personas y empresas sospechosas de vínculos financieros con el narcotráfico del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Cinco son militares, entre retirados o activos, y otro es un ex agente del servicio de inteligencia, uno es diplomático y también figuran dos políticos del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Las autoridades dicen que las acusaciones no tienen fundamento y varios de los señalados incluso han escalado posiciones durante los años de gobierno socialista ocupando altos cargos militares, gobernaciones y embajadas.
Uno de ellos, el ex jefe de inteligencia militar Hugo Carvajal, fue arrestado a fines de julio en Aruba por órdenes de fiscales estadounidenses que lo acusan de trabajar para un narco colombiano y coordinar envíos de toneladas de cocaína. Carvajal, quien esperaba presentar credenciales como cónsul venezolano en Aruba, fue puesto en libertad días después por su inmunidad diplomática pero no fue absuelto.
