Las supuestas reservas de crudo que convertirían a la perla de las Antillas en exportadora de petróleo se quedaron en "agua de borrajas", dice el periodista Vicente Botín, ex corresponsal de Televisión Española en Cuba.
En un artículo difundido por Infolatam, Botín comenta el reciente comunicado de la firma petrolera española Repsol dando a conocer los fallidos resultados de la perforación de un pozo en busca de crudo en aguas profundas al noroeste de La Habana.
El anuncio echó por tierra, dice, “las esperanzas del gobierno de Raúl Castro de poder liberarse de la fuerte dependencia del petróleo venezolano, cuya continuidad depende de la salud del presidente Hugo Chávez”.
Botín precisa que Venezuela acaparó en 2010 casi el 40 por ciento del comercio cubano, con operaciones superiores a los $6.000 millones de dólares, y envió a la isla diariamente unos 100 mil barriles de crudo, dos tercios de lo que consume el país.
Además de la petrolera española, apunta, doce empresas extranjeras han firmado también contratos con el gobierno cubano para explorar otros bloques, “pero el fracaso de Repsol no augura buenos resultados”.
Aunque de momento Chávez garantiza los suministros de crudo a Cuba, “la noticia del abandono de Repsol –afrima Botín– fue como un torpedo en la línea de flotación del gobierno de Raúl Castro, que ha visto cómo se desvanecían sus sueños de convertir a Cuba en un emirato petrolero”.
En un artículo difundido por Infolatam, Botín comenta el reciente comunicado de la firma petrolera española Repsol dando a conocer los fallidos resultados de la perforación de un pozo en busca de crudo en aguas profundas al noroeste de La Habana.
El anuncio echó por tierra, dice, “las esperanzas del gobierno de Raúl Castro de poder liberarse de la fuerte dependencia del petróleo venezolano, cuya continuidad depende de la salud del presidente Hugo Chávez”.
Botín precisa que Venezuela acaparó en 2010 casi el 40 por ciento del comercio cubano, con operaciones superiores a los $6.000 millones de dólares, y envió a la isla diariamente unos 100 mil barriles de crudo, dos tercios de lo que consume el país.
Además de la petrolera española, apunta, doce empresas extranjeras han firmado también contratos con el gobierno cubano para explorar otros bloques, “pero el fracaso de Repsol no augura buenos resultados”.
Aunque de momento Chávez garantiza los suministros de crudo a Cuba, “la noticia del abandono de Repsol –afrima Botín– fue como un torpedo en la línea de flotación del gobierno de Raúl Castro, que ha visto cómo se desvanecían sus sueños de convertir a Cuba en un emirato petrolero”.