Un comentario difundido por el diario Financial Times dice que cuando Fidel Castro se muera, probablemente nadie lo sabrá hasta que sea anunciado “oficialmente” porque “la prensa cubana controlada por el gobierno y sus dirigentes saben cómo mantener un secreto”.
El blog se refiere al reciente rumor que corrió en la isla sobre la muerte del exgobernante cubano y aunque “no es la primera vez que ocurre”, señala que paradójicamente, a pesar de que Fidel Castro siga vivo, el Che Guevara sí podría estar extinguiéndose 45 años después de haber fallecido.
El artículo destaca que en los últimos años hubo un resurgir de la “Che manía”, y su famosa imagen tomada por el fotógrafo Alberto Korda ha estado en todas partes, enarbolada por los indignados en España y Chile, los activistas prodemocracia de la primavera árabe, los manifestantes anticapitalistas de Ocupemos Wall Street, y los activistas contra Assad en Siria. “Dondequiera que ha habido un reclamo, ha estado el Che”, dice.
Y también, añade, dondequiera que “pueda hacerse un dólar”, porque el rostro del médico rebelde ha vendido millones, tal vez miles de millones de camisetas, jarras y carteles. “Ocasionalmente también ha servido para enaltecer la reputación de hacer negocios”, apunta.
Pero según el blog, la Che manía puede estar ahora corriendo la misma suerte de muchas marcas que han saturado a los consumidores, y una señal –dice– ocurrió a principios de este mes después de que la empresa Urban Outfitters, una conocida cadena minorista de ropa, lanzó al mercado una serie de mercancías con el rostro del guerrillero.
La organización Human Rights Foundation, con sede en Nueva York, remarcó que, a despecho de su imagen romántica, el Che fue “un tirano brutal que suprimió las libertades individuales en Cuba y asesinó a quienes desafiaron su visión del mundo”.
Después de eso, puntualiza, Urban Outfitters retiró su línea de confecciones. Y también legisladores en Polonia han propuesto recientemente “prohibir las camisetas con la imagen del Che—agrega—, como parte de una ley ya vigente que prohíbe la propaganda fascista y totalitaria”.
El blog se refiere al reciente rumor que corrió en la isla sobre la muerte del exgobernante cubano y aunque “no es la primera vez que ocurre”, señala que paradójicamente, a pesar de que Fidel Castro siga vivo, el Che Guevara sí podría estar extinguiéndose 45 años después de haber fallecido.
El artículo destaca que en los últimos años hubo un resurgir de la “Che manía”, y su famosa imagen tomada por el fotógrafo Alberto Korda ha estado en todas partes, enarbolada por los indignados en España y Chile, los activistas prodemocracia de la primavera árabe, los manifestantes anticapitalistas de Ocupemos Wall Street, y los activistas contra Assad en Siria. “Dondequiera que ha habido un reclamo, ha estado el Che”, dice.
Y también, añade, dondequiera que “pueda hacerse un dólar”, porque el rostro del médico rebelde ha vendido millones, tal vez miles de millones de camisetas, jarras y carteles. “Ocasionalmente también ha servido para enaltecer la reputación de hacer negocios”, apunta.
Pero según el blog, la Che manía puede estar ahora corriendo la misma suerte de muchas marcas que han saturado a los consumidores, y una señal –dice– ocurrió a principios de este mes después de que la empresa Urban Outfitters, una conocida cadena minorista de ropa, lanzó al mercado una serie de mercancías con el rostro del guerrillero.
La organización Human Rights Foundation, con sede en Nueva York, remarcó que, a despecho de su imagen romántica, el Che fue “un tirano brutal que suprimió las libertades individuales en Cuba y asesinó a quienes desafiaron su visión del mundo”.
Después de eso, puntualiza, Urban Outfitters retiró su línea de confecciones. Y también legisladores en Polonia han propuesto recientemente “prohibir las camisetas con la imagen del Che—agrega—, como parte de una ley ya vigente que prohíbe la propaganda fascista y totalitaria”.
