Organizaciones del exilio cubano responden a la más reciente encuesta sobre la política norteamericana hacia la isla y declaran que “un esfuerzo concertado por promover la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y la dictadura de los Castro antes de que el pueblo cubano logre sus derechos humanos y la libertad, no es procedente”.
Los exiliados hacen público rechazo a la normalización de relaciones entre ambas naciones porque el régimen de los Castro ha intensificado su represión sobre la población cubana, pues solamente en el mes de enero fueron arrestados más de 1,100 activistas pacíficos en un intento por aplastar las crecientes manifestaciones públicas de la oposición.
Aseguran los cubanos exiliados que los líderes y organizaciones del movimiento en favor de la democracia en la isla, como Jorge Luis García Pérez “Antúnez” del Frente Nacional de Resistencia Cívica (que actualmente está en huelga de hambre para denunciar los abusos del régimen), Las Damas de Blanco, UNPACU, el Estado de SATS y el Proyecto Emilia, entre otros, han reiterado que levantar el embargo unilateralmente le daría al régimen comunista recursos adicionales para reprimir aún más al pueblo cubano y mantenerse en el poder.
El embargo al régimen castrista, continúa siendo la única sanción en solidaridad con el derecho del pueblo cubano a ser libre, continúan los exiliados, y como especifica la ley de Estados Unidos, el embargo será levantado tan pronto tres pasos fundamentales tomen lugar en Cuba: la liberación de todos los presos políticos; la legalización de todos los partidos políticos, los sindicatos obreros y la prensa; y la convocatoria de elecciones libres y pluripartidistas para los cubanos.
Apuntan los exiliados que la más reciente encuesta predispuesta y las lamentables declaraciones de unos pocos empresarios representan los intereses de un grupo limitado. No reflejan el sentimiento de la mayoría de la comunidad cubano-americana ni de las aspiraciones democráticas del valiente movimiento de resistencia en favor de la democracia en la isla. Las nuevas generaciones de cubanos-americanos se mantienen firmemente comprometidas con la causa de una Cuba libre y con la política actual de Estados Unidos, como reflejan los puntos de vista que han manifestado los oficiales electos cubano-americanos más jóvenes.
Los exiliados hacen público rechazo a la normalización de relaciones entre ambas naciones porque el régimen de los Castro ha intensificado su represión sobre la población cubana, pues solamente en el mes de enero fueron arrestados más de 1,100 activistas pacíficos en un intento por aplastar las crecientes manifestaciones públicas de la oposición.
Aseguran los cubanos exiliados que los líderes y organizaciones del movimiento en favor de la democracia en la isla, como Jorge Luis García Pérez “Antúnez” del Frente Nacional de Resistencia Cívica (que actualmente está en huelga de hambre para denunciar los abusos del régimen), Las Damas de Blanco, UNPACU, el Estado de SATS y el Proyecto Emilia, entre otros, han reiterado que levantar el embargo unilateralmente le daría al régimen comunista recursos adicionales para reprimir aún más al pueblo cubano y mantenerse en el poder.
El embargo al régimen castrista, continúa siendo la única sanción en solidaridad con el derecho del pueblo cubano a ser libre, continúan los exiliados, y como especifica la ley de Estados Unidos, el embargo será levantado tan pronto tres pasos fundamentales tomen lugar en Cuba: la liberación de todos los presos políticos; la legalización de todos los partidos políticos, los sindicatos obreros y la prensa; y la convocatoria de elecciones libres y pluripartidistas para los cubanos.
Apuntan los exiliados que la más reciente encuesta predispuesta y las lamentables declaraciones de unos pocos empresarios representan los intereses de un grupo limitado. No reflejan el sentimiento de la mayoría de la comunidad cubano-americana ni de las aspiraciones democráticas del valiente movimiento de resistencia en favor de la democracia en la isla. Las nuevas generaciones de cubanos-americanos se mantienen firmemente comprometidas con la causa de una Cuba libre y con la política actual de Estados Unidos, como reflejan los puntos de vista que han manifestado los oficiales electos cubano-americanos más jóvenes.