El lanzador cubano José Ariel Contreras se paseó el martes por el Parque Central de La Habana, donde, según informa la agencia Reuters, “fue objeto de un espontáneo recibimiento popular”.
Contreras, de 41 años, tenía vetado regresar a Cuba y fue considerado un “traidor” después de abandonar la selección nacional de béisbol en Monterrey, México, en 2002.
El lanzador se convirtió en el primer deportista considerado “desertor” en regresar a la isla para visitar a su familia, luego de que el régimen comunista cubano puso en vigor el pasado 14 de enero una nueva ley migratoria.
Contreras, que viajó a Cuba especialmente para ver a su madre que tuvo una cirugía de amputación de una de sus piernas, dijo a Reuters que estaba “a favor del cambio en la ley”.
“En cuanto salió (la ley), dije, tengo la oportunidad de regresar, ver a mi gente, ver mi tierra de nuevo y así lo hice”, afirmó el pelotero en el Parque Central, lugar considerado “la esquina caliente” del béisbol en la isla.
Contreras, que ha jugado para cuatro equipos de las Grandes Ligas estadounidenses, destacó que su regreso, después de 10 años de ausencia, “es como un sueño hecho realidad”.
Aficionados que se reúnen habitualmente en el Parque Central y participan de la peña deportiva que allí se celebra, manifestaron a Reuters que se alegraban inmensamente de que Contreras haya viajado a Cuba, “el país donde nació y defendió en otros momentos”.
“La decisión que haya tomado es muy propia de él y hay que respetársela”, declaró eufórico uno de los aficionados.
Contreras, de 41 años, tenía vetado regresar a Cuba y fue considerado un “traidor” después de abandonar la selección nacional de béisbol en Monterrey, México, en 2002.
El lanzador se convirtió en el primer deportista considerado “desertor” en regresar a la isla para visitar a su familia, luego de que el régimen comunista cubano puso en vigor el pasado 14 de enero una nueva ley migratoria.
Contreras, que viajó a Cuba especialmente para ver a su madre que tuvo una cirugía de amputación de una de sus piernas, dijo a Reuters que estaba “a favor del cambio en la ley”.
“En cuanto salió (la ley), dije, tengo la oportunidad de regresar, ver a mi gente, ver mi tierra de nuevo y así lo hice”, afirmó el pelotero en el Parque Central, lugar considerado “la esquina caliente” del béisbol en la isla.
Contreras, que ha jugado para cuatro equipos de las Grandes Ligas estadounidenses, destacó que su regreso, después de 10 años de ausencia, “es como un sueño hecho realidad”.
Aficionados que se reúnen habitualmente en el Parque Central y participan de la peña deportiva que allí se celebra, manifestaron a Reuters que se alegraban inmensamente de que Contreras haya viajado a Cuba, “el país donde nació y defendió en otros momentos”.
“La decisión que haya tomado es muy propia de él y hay que respetársela”, declaró eufórico uno de los aficionados.