La Administración Obama ha eliminado las barreras a las empresas estadounidenses que hacen negocios en la isla de gobierno comunista, pero un montón de obstáculos regulatorios y legales permanece aún en ambos lados del estrecho de la Florida, publica el sitio The Blade.
Aerolíneas y cruceros verán menos intromisión en sus horarios pero a pesar de las normas aprobadas por el presidente Obama eso no dará lugar a un aumento significativo de los visitantes pues la ley estadounidense sigue prohibiendo viajar a Cuba a la mayoría de los estadounidenses.
Pero Starbucks aún no puede vender bebidas preparadas, como un café con leche o un capuchino, sólo el café envasado, dijo John Kavulich, presidente del Consejo Económico y de Comercio EEUU-Cuba Inc.
Las nuevas reglas han abierto la puerta para las empresas de internet, pero una empresa de propiedad estatal en Cuba tiene el monopolio local de servicios web. Las perspectivas para los minoristas y los restaurantes son oscuras. En su mayoría pobre, la población de Cuba (11 millones de personas) tiene un muy limitado poder adquisitivo.
El mayor patrón de todos en la isla es el Gobierno comunista cubano, que tendrá la última palabra sobre quién está autorizado para hacer qué. "Usted no sólo tiene que ir a Cuba y colgar sus tejas. Esa no es la forma en que se opera allí", dijo Kirby Jones, jefe de Alamar Associates, que ha asesorado a empresas de negocios en Cuba desde la década de 1970.
Starbucks, por su parte, dijo que no tenía planes de entrar en Cuba.
United Parcel Service Inc. dijo que "da la bienvenida a la oportunidad de ofrecer servicios de logística dentro y fuera de Cuba cuando se cambien las regulaciones". Un portavoz de Archer Daniels Midland Co., que ha exportado mercancías a Cuba bajo las regulaciones existentes, dijo que el grupo agroindustrial "estará listo para adaptarse a las nuevas oportunidades que se presenten".
Pero otras empresas parecen más cautelosas. Tanto Walmart Stores Inc., la mayor cadena minorista del mundo, como la cadena de mejoras para el hogar Home Depot Inc., dijeron que se han centrado en el crecimiento en sus mercados existentes y seguros.
Son estas restricciones, junto con la incertidumbre sobre lo que el Gobierno permitirá en Cuba, las que mantienen a los ejecutivos estadounidenses cautelosos sobre el potencial de negocios en la isla.