El diario The New York Times dice en un editorial que, si bien el cambio de política hacia Cuba anunciado en diciembre por el presidente Barack Obama ha restaurado las esperanzas de los cubanos sobre su futuro y el papel de su país en la economía global, si sus aspiraciones llegan a cumplirse, y cuán pronto, dependerá en gran medida de su Gobierno.
El diario señala que el Gobierno cubano, si bien ha dado públicamente la bienvenida al acercamiento, parece decidido a avanzar con cautela, en un momento crucial en el que, inevitablemente, su histórico puño de hierro sobre la sociedad cubana será puesto a prueba.
Por el momento, apunta el editorial, la apuesta de la Administración Obama por el deshielo con Cuba ha hecho cada vez más difícil para sus dirigentes culpar a Estados Unidos por sus problemas económicos y su aislamiento.
El Times enumera como avances promisorios las reuniones de funcionarios y ejecutivos estadounidenses con las autoridades de la isla para ayudar a mejorar la infraestructura de telecomunicaciones y ofrecer un servicio de internet más barato y disponible; y la irrupción en el mercado de hospedajes privados de la isla del servicio norteamericano de anuncios y reservas Airbnb.
El periódico neoyorquino toma nota de la llegada de varios disidentes cubanos a Panamá para participar en los eventos colaterales de la Cumbre de las Américas, en la que el presidente Obama, el gobernante Raúl Castro y otros 33 líderes de la región analizarán los desafíos y oportunidades del deshielo EEUU-Cuba.
Concluye diciendo el editorial del New York Times que los líderes regionales no deben ignorar a los disidentes cubanos, sino trabajar para amplificar sus voces, pues ellos han luchado durante años para ser escuchados en su propio país al costo de sufrir la represión y, cada vez más, el gobierno de Cuba tendrá que reconocer que muchas de las aspiraciones de los disidentes son compartidas por la mayoría de los cubanos.