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Cuba: cada vez menos café para tomar


 Varias personas toman café en el portal de una tienda, en La Habana, Cuba.
Varias personas toman café en el portal de una tienda, en La Habana, Cuba.

Este año se produjo 6 mil toneladas, cuando en la década de los años sesenta se producía y comercializaba más de 62.000 toneladas de café.

Cuba produjo 6.105 toneladas de café en la última cosecha 2013-2014, lo que supone el 98 % del plan previsto, si bien esa cantidad no cubre la demanda interna anual que se sitúa en 24.000 toneladas, informaron medios locales. Elexis Legrá, directivo del Ministerio de la Agricultura, admitió al semanario económico "Opciones" que la cifra de producción de café es "distante de los volúmenes requeridos para satisfacer la demanda de consumo nacional".

En la actualidad, el sector intenta aumentar sus resultados para reducir gradualmente las 8.000 toneladas de café que el país necesita importar cada año para completar el consumo nacional, según explicó el funcionario. Ese objetivo significa aumentar las áreas cultivables actuales en más del 90 % y se prevé para el año 2020 alcanzar un acopio de 23.160 toneladas de café, para cubrir el consumo interno e incrementar las exportaciones.

Según el directivo del área cafetalera, paralelamente a las acciones agrícolas se trabaja en la isla para transformar la industria del café con el propósito de aumentar los niveles de calidad, que hoy tiene resultados deficientes pues en la zafra 2013-2014 se incumplió con el proceso de despulpe de las cerezas.

En ese sentido precisó que se despulparon 2.577 toneladas de café de la variedad arábico y 477 toneladas del tipo robusta, el 6 % menos que lo planificado, lo que provocó que "sólo pudo catalogarse como primera calidad el 45 % del café recolectado y procesado". Según el especialista, el primer impacto del programa de recuperación cafetalero será palpable en el año 2016 cuando se esperan acopiar más de 12.000 toneladas distribuidas en 710.349 hectáreas.

El artículo de "Opciones" recuerda que en la década de los años sesenta Cuba producía y comercializaba más de 62.000 toneladas de café y habilitaba cada año para las cosechas cerca de 194.000 hectáreas.

Asimismo, señala que el derrumbe del socialismo en los países de Europeo del Este significó un abrupto retroceso para el sector agrícola cubano debido a que hasta entonces eran los que facilitaban casi en su totalidad las semillas certificadas, los insumos y el paquete tecnológico que acompañaban los cultivos.

La caída de la producción cafetalera cubana comenzó a revertir la crisis de productividad a inicios de la década de 2000. En la isla la especie más cultivada es el café arábigo, con cerca de 12 variedades, las cuales se comercializan en el mercado interno y el exterior bajo las marcas Turquino, Cristal Mountain, Serrano, Cubita y Caracolillo, entre otras.

Los cubanos, grandes consumidores de café, reciben por la cartilla de racionamiento un paquete de 115 gramos al mes al precio de cuatro pesos cubanos, equivalentes a 0,4 centavos de 1 peso convertible (CUC, similar al dólar). Esa cuota de café suele ser insuficiente en los hogares, pero la
alternativa es el producto que se comercializa en tiendas en divisas, cuyos precios son elevados para las precarias economías domésticas de la isla. De acuerdo con datos oficiales, alrededor del 89 % de la
población cubana toma café y la media de consumo nacional es
superior al 42 % estimado a nivel mundial.
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