Los congresistas cubanoamericanos Ileana Ros-Lehtinen y Mario Diaz-Balart han pedido este viernes la expulsión de Estados Unidos del exjefe de prisiones en la provincia de Villa Clara, el ex teniente coronel del Ministerio del Interior de Cuba Crescencio Marino Rivero, quien reside en Miami.
En carta enviada a la Secretaria de Estado Hillary Clinton, el de Justicia, Eric Holder y la de Seguridad Interna, Janet Napolitano, los legisladores desean conocer las razones por las cuales le fue otorgada en el 2010 la visa de residencia a Marino Rivero y su esposa Juana Ferrer, quien reside junto a este en el sur de la Florida.
Tanta Rivero como Ferrer fueron militantes del Partido Comunista y Rivero fue jefe de prisiones y cárceles en Villa Clara. Los legisladores recuerdan en la carta que la ley de inmigración y naturalización considera inadmisible la entrada al país de cualquier miembro de un partido comunista o totalitario.
Los congresistas señalan que el propio Rivero declaró a la prensa que él y su esposa no declararon su militancia en el Ministerio del Interior o el partido comunista cuando tramitaron la entrada a Estados Unidos, por lo que consideran que ambos deben ser deportados, según lo estipula la ley.
También piden una explicación sobre el viaje que hizo el espía cubano René González a Washington D.C., donde se reunió con funcionarios de la misión diplomática cubana en la capital estadounidense. Insisten tanto Ros-Lehtinen como Diaz-Balart, que Alan Gross permanece en las cárceles cubanas injustamente y no se explican cómo a un espía convicto le autorizan viajar a la isla y a Washington D.C.
Oprime aquí para ver el documento enviado por los congresistas cubanoamericanos a los secretarios de Estado, Justicia y Seguridad Interna.
En carta enviada a la Secretaria de Estado Hillary Clinton, el de Justicia, Eric Holder y la de Seguridad Interna, Janet Napolitano, los legisladores desean conocer las razones por las cuales le fue otorgada en el 2010 la visa de residencia a Marino Rivero y su esposa Juana Ferrer, quien reside junto a este en el sur de la Florida.
Tanta Rivero como Ferrer fueron militantes del Partido Comunista y Rivero fue jefe de prisiones y cárceles en Villa Clara. Los legisladores recuerdan en la carta que la ley de inmigración y naturalización considera inadmisible la entrada al país de cualquier miembro de un partido comunista o totalitario.
Los congresistas señalan que el propio Rivero declaró a la prensa que él y su esposa no declararon su militancia en el Ministerio del Interior o el partido comunista cuando tramitaron la entrada a Estados Unidos, por lo que consideran que ambos deben ser deportados, según lo estipula la ley.
También piden una explicación sobre el viaje que hizo el espía cubano René González a Washington D.C., donde se reunió con funcionarios de la misión diplomática cubana en la capital estadounidense. Insisten tanto Ros-Lehtinen como Diaz-Balart, que Alan Gross permanece en las cárceles cubanas injustamente y no se explican cómo a un espía convicto le autorizan viajar a la isla y a Washington D.C.
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