Miembros de la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgéneros e Intersexuales (LGBTI) en Cienfuegos han solicitado a las autoridades provinciales y al Partido Comunista protección para la discoteca donde se reúnen habitualmente.
En la "Fiesta de la diversidad” que organiza cada viernes el centro recreativo Julio Antonio Mella se han dado hechos violentos y agresiones, según denunció a martinoticias.com Nelson Gandulla Díaz, presidente de la Fundación Cubana por los Derechos LGBTI.
Las fiestas son tan populares que llegan a reunir hasta a 700 personas que en ocasiones provienen de provincias vecinas, explicó Gandulla Díaz, estudiante del 6to año de Medicina.
"Nosotros nos hemos referido en varias ocasiones a las autoridades de aquí de la provincia de Cienfuegos, por la falta de seguridad que tiene el local, ya que no hay agentes de seguridad, agentes del orden público, y han sucedido varios hechos violentos, hasta hechos de sangre contra miembros de la comunidad LGBTI", señaló en conversación telefónica desde Cienfuegos.
Cansados de presentar quejas ante organismos afines a sus necesidades, Gandulla y la activista Yanelis Avilés Stuart entregaron el día 14 del pasado octubre una queja en la sede del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC):
"En la ciudad de Cienfuegos donde el índice de violencia ha subido considerablemente en los últimos años todas las discotecas y centros nocturnos cuentan con agentes de seguridad, guardias de seguridad o CVP. ¿Cuál es el motivo por el cual la discoteca del centro recreativo Julio A Mella no cuenta con dichos agentes? En dicho centro funciona los viernes una discoteca por la diversidad o disco gay sabido en toda la ciudad, provincias hermanas y en todo el país. En el lugar ya se han dado hechos violentos que hubieran sido evitados o sofocados a tiempo si en dicho lugar existiera guardia de seguridad", señala la misiva.
La oficina de atención a la ciudadanía del PCC provincial en Cienfuegos se comprometió en dar una respuesta en 60 días hábiles, explicó el activista y agrega que ya habían pedido ayuda a Alain Darcourt, representante de la comunidad gay del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) de la provincia.
"No han hecho caso alguno ante las quejas y reclamos de la comunidad LGBTI aquí en Cienfuegos”, explicó Gandulla Díaz.
Homofobia institucionalizada
El activista LGBT Navid Fernández Cabrera enfrenta hace un par de semanas una situación parecida. La administración del Restaurante Wakamba, en la capital cubana les abrió espacio en el mes de octubre para que los viernes funcionara en la instalación una disco para el disfrute de la comunidad LGBTI, pero la policía ordenó suspender las actividades, dijo Fernández a Martinoticias.
"La policía asiste a estos sitios, pero para cerrarlos. Hace quince días está cerrado, con la justificación de que ahí se reúnen ma... y to…", indica Navid Fernández en la manera en que las fuerzas policiales se refirieron a los gays y lesbianas.
Fernández explicó que ellos mismos se encargan de buscar personas que les garanticen la seguridad del lugar, pero que a la policía no le interesa apoyarlos.
"Hemos comenzado las discusiones directamente en la Unidad (policial) de Zapata y C –en El Vedado–, pero al comenzar las discusiones los policías fueron e intimidaron también a los directivos de la Cadena Palmares (la que rige las actividades de Wakamba)", señaló.
El activista contó que no se cobraba la entrada al local, solo el consumo mínimo, por lo que cada noche lograron reunir a unas 700 personas.
"El sábado en horas de la madrugada llegó la policía y mandó a citar a la administradora del lugar y nos dijo que no podíamos seguir trabajando allí, que eso no se podía seguir haciendo allí. La administradora lo ha discutido porque dice que ella no es nadie para estar en contra de que en ese sitio se reúna la comunidad LGBT (I)", concluyó el líder del proyecto Shuit Tuix, por la integración de la comunidad gay en Cuba.
