La Universidad de Ciencias Informáticas UCI, surgió en 2002 como una idea de Fidel Castro, en los comienzos de su ya desaparecida Batalla de Ideas para, por una parte, informatizar al país, principalmente a la élite y el aparato estatal, y por otra, para desarrollar la industria del software con propósitos económicos, siguiendo la experiencia de la biotecnología.
Construida con todos los recursos en la carretera de San Antonio de los Baños, sobre los terrenos de lo que fuera la base soviética de escucha radioelectrónica de Lourdes, y antes el reformatorio juvenil de Torrens, muchos aspectos de la UCI son poco conocidos por los cubanos, en especial un programa conocido como Operación Verdad. Este tercer objetivo no declarado del centro de estudios e investigaciones parece ser prioritario para el gobierno de la isla.
En enero del 2008 un estudiante de ese recinto saltó a la notoriedad de las redes sociales cuando un video en el que aparecía emplazando al presidente del parlamento, Ricardo Alarcón sobre las contradicciones y las prohibiciones de la vida en Cuba, se filtró al extranjero. Cinco años después y tras sufrir veladas represalias por aquel episodio, Eliécer Avila es un conocido y agudo observador crítico de la realidad de la isla, y se encuentra por primera vez en el exterior, de visita en Suecia.
Eliécer no dudó en conversar desde Estocolmo con martinoticias, via Skype.
Eliécer, primero una curiosidad: de todo lo que has visto desde que saliste de Cuba, ¿que es lo que más te ha impactado, lo que no te imaginabas?
--Lo que más me ha impactado es contrastar la realidad que estoy viendo con la que hasta ese momento yo podía tener, la que me daban los medios de comunicación en Cuba. He visto una Europa dinámica, innovadora, moderna y con un diseño social que aunque no es perfecto se aproxima bastante a lo que deseábamos para nuestro país.
Has dicho en una entrevista que no estabas invitado a aquella famosa charla con Alarcón, ¿cómo pudiste participar?
--Bueno, fue una cosa muy graciosa, estaba pasando por delante del lugar y un amigo, creo que César, el que era presidente de la FEU en ese momento, nos dijo: “Hace falta entrar en esta sala, que Alarcón va a dar una conferencia sobre el proceso eleccionario cubano”, y así nos convocó, a algunos miembros de las direcciones de la FEU en las facultades que íbamos pasando en ese momento, y así fue como yo entré, con dos o tres amigos más. Fue pura casualidad.
¿Cómo está estructurada la UCI, cuántos departamentos y subsedes tiene, y cómo se selecciona a los estudiantes?
--Hasta el momento en que yo me gradué había diez facultades en la sede central en La Habana y tres facultades regionales, Manzanillo, Ciego de Avila y Artemisa, paran una matrícula aproximada de 10.000 estudiantes. La selección de los estudiantes pasa por varios aspectos fundamentales: el primero, el aspecto político, que requiere un aval de las organizaciones, de la UJC, del Partido y la Dirección, y de sus compañeros también, de las escuelas de donde proceden.
En segundo lugar un aval académico, que en momento en que yo hice ese proceso de ingreso tenía incluido un test mental con muchas preguntas de agilidad mental, de lógica y cosas así que creo que tienen después cierta utilidad en programación y en ver cosas abstractas. Por ahí andaba lo esencial, una mezcla académica y política que avala para entrar a la universidad.
¿Cómo se integran los estudiantes y la UCI en general a la finalidad económica que le asignó Fidel Castro? Como en el turismo, ¿resulta más barato para individuos o entidades extranjeras encargar a la UCI sus necesidades en este campo?
--Yo la experiencia que tengo es que desde el segundo año aproximadamente, aunque puede ser desde primero dependiendo de los conocimientos, los estudiantes pueden integrarse a proyectos productivos que en los últimos tiempos fundamentalmente se habían firmado con países del ALBA, y algunos convenios con la región, pero también proyectos con Europa, como la telefonía celular y cosas así.
Pero la esencia es que los estudiantes adquieran una experiencia productiva lo más amplia posible desde los primeros años de formación, incluso después que se gradúan pueden quedarse trabajando en una modalidad que se estaba experimentando cuando yo salí de la UCI que era la de los polos productivos, ya como especialistas.
Y sí, tengo entendido que las utilidades por concepto de exportación de software y servicios eran considerables, competitivas con los polos más importantes del país y que la industria esta de software y servicios estaba llamada a convertirse en el motor impulsor de la economía cubana, basado en la lógica de que si había un alto nivel de formación, pues aprovechar esto casi como en el ejemplo de la medicina.
Lo que es notable es que los estudiantes y profesores que participan, y que trabajan muchísimo, algunos casi las 24 horas en función de proyectos y demás –soy testigo de su gran sacrificio y su nivel-- al final no perciben prácticamente ningún ingreso, comparado con el aporte que hacen a la economía, perciben un salario un poquito más alto que el promedio cubano, pero nada que ver con un salario decoroso, digno, en un país desarrollado, ni mucho menos.
¿Es algo parecido a lo que pasa con los médicos en misiones internacionalistas?
--Sí, pero muchísimo menos, me refiero a los que están trabajando en Cuba; y también a muchos de los estudiantes y profesores que participan en estos proyectos viajan para hacer trabajos de mantenimiento, instalación del software a los países con los que existen esos convenios.
Tu caso personal indica que esta área demanda completa confiabilidad política y es objeto de estricta vigilancia y de eventuales medidas punitivas. En 2006 seis estudiantes de distintas sedes fueron sometidos a una especie de juicio seguido por la plana mayor de la UCI por establecer canales de chat o divulgar cuentas de internet sin autorización ¿Cómo funciona la seguridad interna?
--La seguridad informática y la censura de la internet es una de las cosas características y prioritarias de la Universidad. Recuerdo vagamente ese caso, pero también conozco muchos más de lo que se llamaba “uso incorrecto de la técnica”, la que tiene, a juicio de los que establecen las normas allí, tres objetivos: estudio, trabajo y defensa de la revolución. Son las tres cosas que puedes hacer, más un poquito de ocio, con opciones que han habilitado para ver un video, una película.
Pero conocí muchos casos en los que alguien trataba de convocar a reuniones religiosas, o tratar cuestiones de sexualidad, no de pornografía, sino de reunirse para discutir un tema gay… o sea, cualquier cuestión que se apartara de esos tres objetivos, aunque no fuera agresiva ni ilegal, podía ser causa de medidas, incluso de la expulsión.
¿Qué nivel de acceso a Internet tienen los estudiantes de la UCI?
El acceso suele variar en función del trabajo que realizan. Hay una cuota básica que rondaba los 100 o 150 megas de navegación para los estudiantes a partir del tercer año, que era cuando rozaban la internet, porque en mis tiempos antes de eso no tenías cuenta de internet hacia el exterior. Fuera de eso pueden asignarte más megas, más horas de internet en función del trabajo que realices, como puede ser un proyecto productivo o de investigación, y otros como el proyecto Operación Verdad o una página sobre los Cinco Héroes, sólo que el tiempo es para dedicarlo a esa actividad.
¿Estamos hablando de Internet o de Intranet?
--Internet, pero una internet bastante filtrada. La UCI sacó de circulación en un mismo período como 500 sitios que se consideran “contenidos inadecuados”. Ahí pueden estar sitios de opinión, sitios de debate, páginas que son muy famosas y pueden ser muy útiles pero que ellos consideran inadecuadas, y en esos casos no es sólo la barrera mental, de que no puedes conectarte, sino la barrera tecnológica: te dice “Acceso denegado”
¿Y cómo asimilan ese contacto con el mundo, que es un contacto privilegiado en relación con el resto de la población?
Lo disfrutan mucho. Una vez que nos graduamos todos sentimos el desconectarnos del mundo como si nos arrancaran una parte de nosotros. Yo recuerdo que cuando fui para Puerto Padre padecía de insomnio y los dedos me temblaban con el deseo de revisar un mail, de leer, de navegar un poco en Internet.
Yo creo que la gente lo disfruta mucho y también le es muy útil, porque bueno, en la UCI hay muchos grupos de intereses, hay quien se interesa por la política y quien se interesa por el deporte, por la cultura, por hacer amigos, y entonces incorpora la internet a su vida de una manera muy fuerte. Los estudiante viven esa oportunidad intensamente, y a muchos les cambia la vida. Es muy fuerte desconectarse de eso.
¿Les sirven ellos de fuente a familiares y amigos?
Sí. Eso es un proceso muy notable. La UCI sirve de puente de comunicación. La gente que está fuera de Cuba se puede comunicar con los que están dentro a través de los estudiantes de la UCI, porque es archiconocido que la mayoría de las familias en Cuba no tienen una conexión a internet con la que puedan comunicarse. Por lo menos no una legal.
En la segunda parte de esta entrevista, Eliécer Avila hablará con martinoticias de la Operación Verdad, el cable Alba-1 y la expansión en Cuba de las nuevas tecnologías y la internet por debajo del techo de las prohibiciones.
Primera parte de la entrevista de Rolando Cartaya al activista civil Eliecer Avila de visita en Suecia
Construida con todos los recursos en la carretera de San Antonio de los Baños, sobre los terrenos de lo que fuera la base soviética de escucha radioelectrónica de Lourdes, y antes el reformatorio juvenil de Torrens, muchos aspectos de la UCI son poco conocidos por los cubanos, en especial un programa conocido como Operación Verdad. Este tercer objetivo no declarado del centro de estudios e investigaciones parece ser prioritario para el gobierno de la isla.
En enero del 2008 un estudiante de ese recinto saltó a la notoriedad de las redes sociales cuando un video en el que aparecía emplazando al presidente del parlamento, Ricardo Alarcón sobre las contradicciones y las prohibiciones de la vida en Cuba, se filtró al extranjero. Cinco años después y tras sufrir veladas represalias por aquel episodio, Eliécer Avila es un conocido y agudo observador crítico de la realidad de la isla, y se encuentra por primera vez en el exterior, de visita en Suecia.
Eliécer no dudó en conversar desde Estocolmo con martinoticias, via Skype.
Eliécer, primero una curiosidad: de todo lo que has visto desde que saliste de Cuba, ¿que es lo que más te ha impactado, lo que no te imaginabas?
--Lo que más me ha impactado es contrastar la realidad que estoy viendo con la que hasta ese momento yo podía tener, la que me daban los medios de comunicación en Cuba. He visto una Europa dinámica, innovadora, moderna y con un diseño social que aunque no es perfecto se aproxima bastante a lo que deseábamos para nuestro país.
Has dicho en una entrevista que no estabas invitado a aquella famosa charla con Alarcón, ¿cómo pudiste participar?
--Bueno, fue una cosa muy graciosa, estaba pasando por delante del lugar y un amigo, creo que César, el que era presidente de la FEU en ese momento, nos dijo: “Hace falta entrar en esta sala, que Alarcón va a dar una conferencia sobre el proceso eleccionario cubano”, y así nos convocó, a algunos miembros de las direcciones de la FEU en las facultades que íbamos pasando en ese momento, y así fue como yo entré, con dos o tres amigos más. Fue pura casualidad.
¿Cómo está estructurada la UCI, cuántos departamentos y subsedes tiene, y cómo se selecciona a los estudiantes?
--Hasta el momento en que yo me gradué había diez facultades en la sede central en La Habana y tres facultades regionales, Manzanillo, Ciego de Avila y Artemisa, paran una matrícula aproximada de 10.000 estudiantes. La selección de los estudiantes pasa por varios aspectos fundamentales: el primero, el aspecto político, que requiere un aval de las organizaciones, de la UJC, del Partido y la Dirección, y de sus compañeros también, de las escuelas de donde proceden.
En segundo lugar un aval académico, que en momento en que yo hice ese proceso de ingreso tenía incluido un test mental con muchas preguntas de agilidad mental, de lógica y cosas así que creo que tienen después cierta utilidad en programación y en ver cosas abstractas. Por ahí andaba lo esencial, una mezcla académica y política que avala para entrar a la universidad.
¿Cómo se integran los estudiantes y la UCI en general a la finalidad económica que le asignó Fidel Castro? Como en el turismo, ¿resulta más barato para individuos o entidades extranjeras encargar a la UCI sus necesidades en este campo?
--Yo la experiencia que tengo es que desde el segundo año aproximadamente, aunque puede ser desde primero dependiendo de los conocimientos, los estudiantes pueden integrarse a proyectos productivos que en los últimos tiempos fundamentalmente se habían firmado con países del ALBA, y algunos convenios con la región, pero también proyectos con Europa, como la telefonía celular y cosas así.
Pero la esencia es que los estudiantes adquieran una experiencia productiva lo más amplia posible desde los primeros años de formación, incluso después que se gradúan pueden quedarse trabajando en una modalidad que se estaba experimentando cuando yo salí de la UCI que era la de los polos productivos, ya como especialistas.
Y sí, tengo entendido que las utilidades por concepto de exportación de software y servicios eran considerables, competitivas con los polos más importantes del país y que la industria esta de software y servicios estaba llamada a convertirse en el motor impulsor de la economía cubana, basado en la lógica de que si había un alto nivel de formación, pues aprovechar esto casi como en el ejemplo de la medicina.
Lo que es notable es que los estudiantes y profesores que participan, y que trabajan muchísimo, algunos casi las 24 horas en función de proyectos y demás –soy testigo de su gran sacrificio y su nivel-- al final no perciben prácticamente ningún ingreso, comparado con el aporte que hacen a la economía, perciben un salario un poquito más alto que el promedio cubano, pero nada que ver con un salario decoroso, digno, en un país desarrollado, ni mucho menos.
¿Es algo parecido a lo que pasa con los médicos en misiones internacionalistas?
--Sí, pero muchísimo menos, me refiero a los que están trabajando en Cuba; y también a muchos de los estudiantes y profesores que participan en estos proyectos viajan para hacer trabajos de mantenimiento, instalación del software a los países con los que existen esos convenios.
Tu caso personal indica que esta área demanda completa confiabilidad política y es objeto de estricta vigilancia y de eventuales medidas punitivas. En 2006 seis estudiantes de distintas sedes fueron sometidos a una especie de juicio seguido por la plana mayor de la UCI por establecer canales de chat o divulgar cuentas de internet sin autorización ¿Cómo funciona la seguridad interna?
--La seguridad informática y la censura de la internet es una de las cosas características y prioritarias de la Universidad. Recuerdo vagamente ese caso, pero también conozco muchos más de lo que se llamaba “uso incorrecto de la técnica”, la que tiene, a juicio de los que establecen las normas allí, tres objetivos: estudio, trabajo y defensa de la revolución. Son las tres cosas que puedes hacer, más un poquito de ocio, con opciones que han habilitado para ver un video, una película.
Pero conocí muchos casos en los que alguien trataba de convocar a reuniones religiosas, o tratar cuestiones de sexualidad, no de pornografía, sino de reunirse para discutir un tema gay… o sea, cualquier cuestión que se apartara de esos tres objetivos, aunque no fuera agresiva ni ilegal, podía ser causa de medidas, incluso de la expulsión.
¿Qué nivel de acceso a Internet tienen los estudiantes de la UCI?
El acceso suele variar en función del trabajo que realizan. Hay una cuota básica que rondaba los 100 o 150 megas de navegación para los estudiantes a partir del tercer año, que era cuando rozaban la internet, porque en mis tiempos antes de eso no tenías cuenta de internet hacia el exterior. Fuera de eso pueden asignarte más megas, más horas de internet en función del trabajo que realices, como puede ser un proyecto productivo o de investigación, y otros como el proyecto Operación Verdad o una página sobre los Cinco Héroes, sólo que el tiempo es para dedicarlo a esa actividad.
¿Estamos hablando de Internet o de Intranet?
--Internet, pero una internet bastante filtrada. La UCI sacó de circulación en un mismo período como 500 sitios que se consideran “contenidos inadecuados”. Ahí pueden estar sitios de opinión, sitios de debate, páginas que son muy famosas y pueden ser muy útiles pero que ellos consideran inadecuadas, y en esos casos no es sólo la barrera mental, de que no puedes conectarte, sino la barrera tecnológica: te dice “Acceso denegado”
¿Y cómo asimilan ese contacto con el mundo, que es un contacto privilegiado en relación con el resto de la población?
Lo disfrutan mucho. Una vez que nos graduamos todos sentimos el desconectarnos del mundo como si nos arrancaran una parte de nosotros. Yo recuerdo que cuando fui para Puerto Padre padecía de insomnio y los dedos me temblaban con el deseo de revisar un mail, de leer, de navegar un poco en Internet.
Yo creo que la gente lo disfruta mucho y también le es muy útil, porque bueno, en la UCI hay muchos grupos de intereses, hay quien se interesa por la política y quien se interesa por el deporte, por la cultura, por hacer amigos, y entonces incorpora la internet a su vida de una manera muy fuerte. Los estudiante viven esa oportunidad intensamente, y a muchos les cambia la vida. Es muy fuerte desconectarse de eso.
¿Les sirven ellos de fuente a familiares y amigos?
Sí. Eso es un proceso muy notable. La UCI sirve de puente de comunicación. La gente que está fuera de Cuba se puede comunicar con los que están dentro a través de los estudiantes de la UCI, porque es archiconocido que la mayoría de las familias en Cuba no tienen una conexión a internet con la que puedan comunicarse. Por lo menos no una legal.
En la segunda parte de esta entrevista, Eliécer Avila hablará con martinoticias de la Operación Verdad, el cable Alba-1 y la expansión en Cuba de las nuevas tecnologías y la internet por debajo del techo de las prohibiciones.
Primera parte de la entrevista de Rolando Cartaya al activista civil Eliecer Avila de visita en Suecia