La reforma económica del gobernante Raúl Castro sería insuficiente para elevar el nivel de vida de los cubanos y encauzar la economía de la isla hacia el desarrollo, según un estudio hecho público este lunes en La Habana.
"La 'actualización' (reforma) del modelo podría no ser suficiente para producir los cambios necesarios para lograr un mejoramiento significativo del nivel de vida del pueblo cubano y el inicio de un proceso que conduzca al país a una senda de mayor desarrollo económico y social", señala el economista cubano Mauricio de Miranda en un artículo incluido en un nuevo libro.
Para alcanzar esos propósitos, dice el autor, Cuba necesita abrir mayor espacio al mercado (el Estado controla ahora más del 90% de la economía) y cambiar su sistema monetario, así como dotarse de un nuevo marco legal "que establezca normas claras y transparentes".
La agencia AFP dijo que el director del Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, Colombia, suma sus apreciaciones a las de otros cinco economistas cubanos en el libro "Cuba. Hacia una estrategia de desarrollo para los inicios del siglo XXI", cuya edición digital promociona la revista católica cubana Espacio Laical.
De Miranda analiza los "lineamientos" impulsados por Raúl Castro y aprobados por el gobernante Partido comunista (único) en su VI Congreso, en abril de 2011, destinados a "actualizar" el agotado modelo económico de corte soviético, vigente en la isla desde hace medio siglo.
Los lineamientos "adolecen de la precisión necesaria sobre el tipo de medidas que se adoptarían" y "sólo se han adoptado dos decisiones flexibilizadoras, a saber, la autorización para la compra-venta de automóviles y de residencias", señala.
"La reforma al mecanismo de funcionamiento de la economía debe ir orientada hacia una mayor utilización del mercado como mecanismo de asignación de recursos bajo la regulación del Estado", señala, precisando que "se trataría de un mercado regulado pero no controlado por el Estado".
Cuba debe eliminar la doble moneda (ahora circulan el peso y el peso convertible, que equivale a un dólar), establecer un tipo de cambio único y real, así como darle a esa moneda un suficiente respaldo con "la producción de bienes y servicios transables internacionalmente", añade.
"La urgencia de reformas institucionales es crucial", afirma De Miranda y propone dictar nuevos códigos de comercio y trabajo, así como nuevas leyes tributarias, monetarias, bancarias, de vivienda e inversión extranjera, que flexibilicen las transacciones.
"La 'actualización' (reforma) del modelo podría no ser suficiente para producir los cambios necesarios para lograr un mejoramiento significativo del nivel de vida del pueblo cubano y el inicio de un proceso que conduzca al país a una senda de mayor desarrollo económico y social", señala el economista cubano Mauricio de Miranda en un artículo incluido en un nuevo libro.
Para alcanzar esos propósitos, dice el autor, Cuba necesita abrir mayor espacio al mercado (el Estado controla ahora más del 90% de la economía) y cambiar su sistema monetario, así como dotarse de un nuevo marco legal "que establezca normas claras y transparentes".
La agencia AFP dijo que el director del Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, Colombia, suma sus apreciaciones a las de otros cinco economistas cubanos en el libro "Cuba. Hacia una estrategia de desarrollo para los inicios del siglo XXI", cuya edición digital promociona la revista católica cubana Espacio Laical.
De Miranda analiza los "lineamientos" impulsados por Raúl Castro y aprobados por el gobernante Partido comunista (único) en su VI Congreso, en abril de 2011, destinados a "actualizar" el agotado modelo económico de corte soviético, vigente en la isla desde hace medio siglo.
Los lineamientos "adolecen de la precisión necesaria sobre el tipo de medidas que se adoptarían" y "sólo se han adoptado dos decisiones flexibilizadoras, a saber, la autorización para la compra-venta de automóviles y de residencias", señala.
"La reforma al mecanismo de funcionamiento de la economía debe ir orientada hacia una mayor utilización del mercado como mecanismo de asignación de recursos bajo la regulación del Estado", señala, precisando que "se trataría de un mercado regulado pero no controlado por el Estado".
Cuba debe eliminar la doble moneda (ahora circulan el peso y el peso convertible, que equivale a un dólar), establecer un tipo de cambio único y real, así como darle a esa moneda un suficiente respaldo con "la producción de bienes y servicios transables internacionalmente", añade.
"La urgencia de reformas institucionales es crucial", afirma De Miranda y propone dictar nuevos códigos de comercio y trabajo, así como nuevas leyes tributarias, monetarias, bancarias, de vivienda e inversión extranjera, que flexibilicen las transacciones.