El coronel colombiano de la obra de García Márquez esperaba con paciencia el correo. El coronel Vladimir Putin, en estos tiempos, no recibe muchas visitas en el Kremlin. Para mayo de 1945 los Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña eran aliados de la URSS. Ahora los líderes de esos tres países no acuden a Moscú a la celebración del 70 aniversario de la capitulación de Alemania.
Tras casi un año de enfrentamiento con Occidente, de sanciones y contratos suspendidos, funcionarios multados e imposibilitados de viajar al extranjero, en Moscú se lanzaron a una festividad, que pensaban era unitaria y restauradora de puentes con Occidente – la victoria sobre el fascismo. Pero no fue así.
Para los lituanos, polacos, estonios, letones, y otros de la zona, la salida de los nazis significo la entrada de los soviéticos, por lo que no lo consideran una liberación como tal. Pasaron del yugo nazi al soviético. Y no tienen deseos de aplaudir las acciones de un ejército que violaba a las mujeres, fusilaba o deportaba a los que se negaban a obedecer e implantó un sistema totalitario que existió hasta 1989. No veremos a los representantes de esos pueblos saludando a los miles de rusos, que con uniformes soviéticos desfilen el 9 de mayo por la Plaza Roja.
Para los festejos rusos por el fin de la segunda guerra mundial han organizado en Moscú un majestuoso desfile que incluye la presentación de modernos tanques y máquinas de combates. El tanque T-14 “Armata” parece ser la joya del desfile militar, cuyos primeros ejemplares ya fueron vistos en las calles moscovitas durante los ensayos.
En Moscú no están todos los que son ni son todos los que están. Pero son suficientes para llenar la Plaza Roja, por lo menos la tribuna que está en la cabeza de Lenin.
Son 27 mandatarios de países tan disimiles como India, Venezuela, Cuba, Corea del Norte, Sudáfrica. La mayoría de los que veremos en Moscú son “aliados estratégicos” de Rusia (Cuba), o compradores de tecnología militar rusa (India) o nuevos vendedores de productos a los rusos (Argentina).
En el plano interno Putin se ha encargado de que los rusos lo admiren más por su posición antioccidental. En menos de un mes se han proyectados dos documentales sobre la “grandeza” de Rusia, primero por el primer aniversario de la anexión de Crimea, y un segundo por los 15 años de la llegada al poder de Putin,
En Rusia no deberían olvidar que hace 10 años atrás, para rememorar el 60 aniversario de la victoria, visitaron Moscú el presidente de EEUU, George W. Bush; el entonces canciller alemán, Gerhard Schroeder; el presidente de Francia, Jacques Chirac, y premier nipón, Junichiro Koizumi. Entonces estuvieron juntos los que ganaron la conflagración y los que la perdieron.
Hoy dia, Vladimir Putin ha enemistado a Rusia de sus vecinos, la ha aislado del mundo y de una manera peligrosa la lleva a una Guerra Fría con Occidente que no se sabe cómo termine.