Los cubanos suelen decir que la papa ayuda a comer, porque su efímero paso cada año por los mercados de la isla les permite variar la monotonía de la dieta diaria. Pero este año el socorrido tubérculo estuvo duro de encontrar.
Con buen tiempo y un poco de suerte para negociar, las cotidianas cuitas alimentarias de los isleños podrían ser aliviadas con mejores cosechas. Pero no de cualquier tipo de papa, sino papas de linaje escocés.
Hasta ese brumoso país del Reino Unido más conocido por sus refinados whiskys se fueron altos funcionarios del Ministerio de Agricultura de Cuba y de su sección de Sanidad Vegetal ─reporta la publicación Fresh Plaza, especializada en la industria agroalimentaria mundial─ para recorrer instalaciones de la industria local de semillas de patata y discutir condiciones de importación revisadas con funcionarios del sector y del Gobierno de Escocia.
Al Consejo de la Papa británico y al Gobierno de Escocia les interesa aumentar las oportunidades de exportación y Cuba, cuyas importaciones de alimentos sobrepasaron el año pasado los $1.600 millones, resulta un candidato ideal. Dichas compras en el exterior representan, según el sitio web, el 60% de las necesidades alimentarias del país caribeño.
En marzo de este año, el diario Juventud Rebelde reportó, citando a funcionarios del Ministerio de Agricultura, que las hectáreas cultivadas de papa hasta ese momento representaban el 57,3% de lo plantado en la campaña 2012-2013.
El periódico atribuía esa "disminución significativa" al incremento de los costos en el mercado mundial de insumos como fertilizantes, plaguicidas, semilla y sacos.
Fresh Plaza señala que más del 70% de las tierras agrícolas de Cuba siguen bajo el control del Estado (alrededor de 6,7 millones de hectáreas).
Agrega que Cuba está plagada de marabú, una maleza que ha invadido grandes áreas de tierras agrícolas. Sin embargo, la publicación confía en que su creciente uso como biocombustible (La Habana exportó en 2013 más de 70.000 toneladas de carbón vegetal elaborado con madera de marabú) libere más tierras para uso agrícola, incluyendo cultivos sostenibles de papa.