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8 cosas que debes saber antes de visitar Cuba


Dos turistas pasan frente a un cartel alusivo al desfile que organiza el gobierno cubano el 1 de mayo.
Dos turistas pasan frente a un cartel alusivo al desfile que organiza el gobierno cubano el 1 de mayo.

La lista la pone el bloguero y profesor Ted Henken, que en 2011 fuera expulsado de la isla con la recomendación de que no regresara jamás.

Henken imparte una conferencia sobre internet en Cuba.
Henken imparte una conferencia sobre internet en Cuba.

El bloguero y profesor estadounidense Ted Henken, que en 2011 fuera expulsado de Cuba con la recomendación de que no regresara jamás, elaboró una lista con ocho recomendaciones para los estadounidenses que se aventuren a visitar la isla.

Henken, especializado en asuntos hispanos, ha puesto la libertad de expresión, las transacciones comerciales, la conexión a internet y el objetivo esencial de cada visita entre los aspectos a tener en cuenta durante el viaje.

En 2011, Henken fue expulsado de Cuba luego de entrevistar a la bloguera Yoani Sánchez y a los autores del blog La Joven Cuba, como parte de una investigación sobre el acceso a la tecnología y el estado de los medios alternativos y la influencia de los blogs cubanos.

A continuación, un resumen de los puntos de alerta que propone el autor en su artículo para el sitio Houston Chronicle.

1. El cash es el rey

Todavía es casi imposible usar la tarjeta de crédito o débito de Estados Unidos en Cuba. En algunos hoteles hay variantes que facilitan que los pagos se hagan por Internet.

Se recomienda traer mucho dinero cash, aunque tendrá que volverse un experto en asuntos cambiarios, debido a que los impuestos le obligan a equiparar 87 centavos de dólar para comprar un CUC (la moneda libremente convertible cubana).

2. Todas tus aventuras serán offline

El acceso a Internet en la isla es de los más caros y lentos de todo el hemisferio occidental. Una hora de conexión cuesta 2.00 CUC, lo que significa cerca del 10 por ciento del salario mensual promedio de los cubanos. Los nacionales –salvo algunas excepciones- carecen de una conexión doméstica.

Como un signo de progreso, las autoridades exhiben la apertura de 35 puntos de acceso WiFi en lugares públicos. Para dar con este ‘adelanto’ solo tienes que “buscar las multitudes y el brillo de las pantallas digitales” estos sitios, apunta Henken.

3. Hay libertad de ‘píxeles’ pero no de expresión

La libertad de expresión navega en un limbo legal. El régimen castrista sabe que la gente lee sitios digitales como 14yMedio, (dirigido por la bloguera Yoani Sánchez), OnCuba y HavanaTimes, que en ocasiones publican contenidos críticos. Los medios de comunicación están en manos del Estado, la legislación castrista penaliza las publicaciones privadas y su ejecución es castigada bajo la forma jurídica de “propaganda enemiga”.

4. Relaciones diplomáticas, (a)normales

Los pasos de la administración Obama en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba todavía no están completos. El embargo comercial aún está en vigor. Levantarlo requeriría una nueva legislación, casi improbable en el Congreso de EEUU, con mayoría republicana. De modo que –advierte el autor del blog El Yuma- las relaciones oficiales están todavía bastante “congeladas”, es mejor no dar un paso a la ligera.

5. “Mi casa es tu casa”, dicen los cubanos

Probablemente los hoteles estén todos reservados y es fácil encontrar casas de renta que ofrecen los nacionales, con el siguiente valor agregado: lo que pagues va directo al bolsillo de los cubanos y no al Estado –sugiere el autor de la lista. La industria turística está bastante sobrecargada, ahora que la isla está de moda.

6. Restaurantes, más allá de los paladares

Luego de la caída del campo socialista, los cubanos recibieron el permiso del Estado para convertir las salas y algunas habitaciones de las casas en pequeños lugares para vender alimentos, llamados “Paladares” en alusión a un culebrón televisivo brasileño de moda.

Entre las reformas que trajo el raulismo desde 2010, algunos restaurantes en La Habana se han hecho famosos. Henken recomienda estos: L'Atieler, Doña Eutimia, Starbien, La Cocina de Lilliam, La Guarida, El Cocinero, El Gringo Viejo, 304 O'Reilly, Casa Miglis, Decameron, Le Chansonier, La Casa, Bollywood, Azúcar, La Mulata de Sabor y Café Laurent.

7. Finalidad del viaje: “investigador”, nunca turista

Todavía los pasos de acercamiento de EEUU a La Habana no permiten viajes de turismo de estadounidenses a Cuba. Entre las 12 'categorías de viajeros' aprobadas aparecen las de estudiantes, periodistas e investigadores, la de turista sigue sin permitirse. Aun así ciertos acercamientos “pueblo a pueblo” no están comprendidos como de turismo, sino como un modo de “potenciación a través del compromiso”, lo que lo hace encajar en una de las categorías aprobadas.

8. Comprar ron y cigarros “en la mata”

Un halago para cualquier amigo sería llevarle algún paquete de tabacos o una botella de ron cubano. Los precios en todos los lugares son los mismos, pero en las fábricas de tabaco es posible encontrar mejores precios, asegura Henken. La legislación vigente solo permite importar 100 dólares en ambos productos.

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