Ante las cámaras de la televisión del Kremlin, el presidente ruso Vladimir Putin inspeccionaba la nueva técnica militar para las tropas rusas en Sochi, Crimea, donde un fuerte contingente militar y naval mantiene el control sobre el ocupado territorio ucraniano. Putin se reunió con jefes militares y proveedores de armas al ejército, muy deseoso de mostrar la última tecnología y equipos. Una aprobación del presidente significa un contrato seguro.
En un inicio se intentó abrir la puerta del auto UAZ-Patriot, un SUV ruso construido por la fábrica UAZ de Ulianovsk, pero el mandatario no tuvo éxito. En ayuda de Putin acudió el general de división Alexander A. Shevchenko, jefe de la dirección de blindados del ejército, quien al poner presión para abrir la puerta, se quedó con la manigueta en la mano. Como si fuera una papa ardiendo, el general con rapidez la lanza sobre el asiento, pasó la mano sobre la ventanilla abierta, pero tampoco encontró la manera de abrir la puerta.
El presidente ruso Vladimir Putin solo pudo abrir los ojos, esbozar una sonrisa y decir con ironía – Que bueno. Pero de bueno no tenía nada. La explicación del fabricante es una de las que daba TASS para encubrir la realidad: “la puerta del UAZ-Patriot se bloquea automáticamente. Para abrirla, es necesario arrancar el coche”. O sea, que para entrar al auto primero hay que arrancarlo, pero desde afuera, sin entrar. Muy a lo ruso.
Durante el mes de mayo el ejército saca a la Plaza Roja y por todo el país su técnica militar,y Putin se pasea por el país inspeccionando la técnica y las unidades militares. El UAZ-Patriot comenzó a producirse en noviembre del 2014 y además de sus modelos para la venta, tienen una línea especial para el ejército, el UAZ-3163-103. El vehículo debutó en la Exposición "Ejército-2015" y tienen como características que utilizan discos de acero forjado para las ruedas, no tienen barras en el techo, lo que permiten instalar ametralladoras de 12 milímetros, latas de fijación para el agua, el aceite y las armas, etc.
La comitiva la integraba también el jefe de la Fuerzas Armadas de Rusia Estado Mayor, general Valery V. Gerasimov, quien puso cara de asombro ante lo fácil que se desprendía la manigueta y lo imposible de entrar al auto.
Pero las imágenes que se vieron no fueron ideales para la venta de una imagen de prosperidad y seguridad. Un tanque no pudo avanzar en medio de la demostración y solo con la ayuda de otro tanque para remolcarlo fue que la mole de hierro despejo el camino. Por casi media hora detuvo el tráfico en una línea, a pocos metros donde la banda militar de música lanzaba himnos y marchas patrióticas.
El sitio digital de Radio Europa Libre y Radio Libertad, recuerda que en el 2015, durante el desfile del Día de la Victoria en la Plaza Roja, se mostraban el nuevo tanque T-14 Armada, y uno de ellos se paró en medio de la demostración y tuvo que ser remolcado por otro tanque.
Ese mismo día, en Chita, capital de la región de Zabaikalski, en la Siberia, otro camión que llevaba los cohetes en el desfile militar, cogió candela y los bomberos tuvieron que acudir para apagar las llamas.
En Cuba los rusos fueron bautizados como “bolos”, por una simbiosis de falta de estética en el diseño, en el volumen corporal y lo tosco del acabado. Eran los tiempos de la URSS, vino la perestroika, el glasnost, Boris Yeltsin, el capitalismo y Maria Sharapova; pero los malos hábitos nunca mueren.
