El Senado de Brasil destituyó este miércoles a Dilma Rousseff de la presidencia de Brasil, un fallo histórico que pone fin a 13 años de gobierno de izquierda en el gigante sudamericano.
Inmediatamente después del voto de los 81 senadores, convertidos en una especie de Gran Jurado, el vicepresidente Michel Temer, de 75 años, asumirá la presidencia hasta el 1ro de enero de 2019.
Dilma, sin embargo, no quedó inhabilitada para ocupar cargos públicos en los próximos 8 años.
Temer (PMDB, de centro-derecha), que ya funge como mandatario interino, prestará juramento ante el Parlamento antes de viajar a China, para la cumbre del G20, donde pretende participar ya con el título oficial de presidente. Todo parece minuciosamente calculado.
La primera mujer que llegó a la presidencia de Brasil fue suspendida en mayo tras ser acusada de manipular las cuentas públicas para asegurar su reelección en 2014 y continuar con esa práctica al año siguiente.
Rousseff fue hallada culpable de alterar los presupuestos mediante tres decretos no autorizados por el Parlamento y de contratar créditos a favor del Gobierno con la banca pública, lo cual ha negado durante todo el proceso, que califica de "golpe".
Lejos quedaron los días del milagro socio-económico que inició el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), padrino político de Rousseff, que sacó a 29 millones de personas de la pobreza y al país del mapa de hambre de la ONU.
La crisis económico-política se entrelazó con un escandaloso fraude que drenó más de 2.000 millones de dólares de la estatal Petrobras.
Aunque salpica a todas las fuerzas políticas, el escándalo conocido como Lava Jato terminó por cercar al Gobierno. Y también empañó la imagen del político mejor valorado por los brasileños, el expresidente Lula, en la mira porobstrucción de la justicia y corrupción.
Para Cuba
La destitución de Dilma Rousseff como presidenta de Brasil tendrá consecuencias para Cuba, un país que ha recibido de los gobiernos del Partido de los Trabajadores generosos créditos (al menos 1.750 millones de dólares ) y un jugoso subsidio con la contratación de más de 11.000 profesionales de la isla para el programa Más Médicos.
Los créditos de Brasil a Cuba, provenientes del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), han incluido la mayor parte del financiamiento de laexpansión del puerto y la terminal de contenedores de Mariel, un proyecto de 957 millones de dólares de los cuales 682 millones fueron financiados con fondos públicos por BNDES.
Los términos para Cuba fueron sumamente favorables, con plazos de amortización de 25 años en lugar de 12, tasas de interés entre 4,4 y 6,9 por ciento (el mínimo habitual es de 6%), y aceptando como garantías los devaluados pesos cubanos.